La crisis desatada por la Covid-19 ha paralizado la actividad de gran parte de los sectores aunque hay otros, como el de las cristalerías, que han visto cómo se disparaban los encargos. “Prácticamente todas las llamadas que recibimos son para preguntar por mamparas de protección”, cuenta Rosa Cervera, propietaria de la Cristalería Cervera, de Cuenca capital.
La gerente explica que, al principio del confinamiento, comenzaron fabricando mamparas de metacrilato pero la alta demanda de este material en todo el mundo para elaborar artículos de protección provocó problemas de desabastecimiento. “Se utilizaban todos los tipos, el fino, el gordo… Todo servía. Pero ahora se están haciendo de cristal templado de seguridad”, cuenta.
Cervera subraya también que el cristal tiene más resistencia y es mucho más duradero que el metacrilato, algo importante para la ‘nueva normalidad’ a la que tendremos que acostumbrarnos. “Al principio, parecía más provisional y ahora se está viendo que esto se va a alargar. Para que dure, es mejor el cristal”, considera.
En las instalaciones de la empresa, que está en el polígono Cuberg de la capital, preparan el cristal pero para que sea de seguridad hay que templarlo en un horno. “Lo llevamos a una fábrica de Madrid y a la vuelta, montamos las mamparas”, detalla.
TODO TIPO DE ESTABLECIMIENTOS
Durante las primeras semanas, la demanda de mamparas procedía principalmente de farmacias, que eran de los pocos establecimientos que continuaban abiertos al ser esenciales. Pero conforme se ha ido reanudando la actividad en el resto de sectores con la desescalada, los encargos se han ido multiplicando. “Nos llaman de todo tipo de tiendas y también de ayuntamientos, delegaciones… Antes eran casos más particulares pero ahora es todo el mundo”, apunta.
“Antes de la pandemia no se colocaba ninguna mampara. La demanda ha aumentado muchísimo”, recalca, y no solo en Cuenca capital ya que la cristalería también ha fabricado este material de protección para negocios y ayuntamientos de diversas localidades de la provincia.
De hecho, debido a este crecimiento de la demanda, en Cristalería Cervera han tenido que reforzar la plantilla con un trabajador más a media jornada para que les ayude a repartir, por lo que son ya cuatro personas en la plantilla.
