Los Gónzalez Saiz son una familia muy numerosa. Como a mucha gente, el confinamiento por la Covid-19 les ha dejado repartidos por varias ciudades del país. En su caso, hasta por la capital de Estonia. Para guardar un bonito recuerdo de estos días, decidieron grabar un vídeo conjunto desde sus respectivas casas interpretando la canción solidaria Vivir, compuesta por María Rozalén e interpretada junto a Estopa en su día para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer de mama.
“Pensamos que el confinamiento nos podía dejar algo divertido”, cuenta Eleazar, una de las cuarenta personas, con edades de entre cuatro y 83 años, que dan vida a este vídeo.
La familia es muy extensa porque los padres de Eleazar –el conquense Fernando González (fallecido el año pasado) y Nati Saiz, originaria de Huete- tuvieron otros cuatro hijos además de él: Fernando, Marta, Rubén e Israel, los cuales a su vez tienen un total de 17 retoños.
Junto a Nati, sus cinco hijos y sus parejas y sus respectivos hijos e hijas, también aparecen en el vídeo otros tres primos de los González Saiz y dos tías (las hermanas de su madre).
En Cuenca viven la madre de Eleazar, dos de sus hermanos y un primo. El resto andan desperdigados por Madrid, Valencia, la localidad valenciana de Buñol y Alicante. “Y mi sobrina la mayor, de 23 años, está en Tallín, en Estonia, de Erasmus y mandó el vídeo desde allí ”, indica.
La más pequeña de esta saga es Daniela, que tiene cuatro años y reside en Valencia, y la mayor de la familia es la tía Encarnita, de 83.
“Propusimos una canción que nos gustara a todos. Repartimos las partes y cada uno en su casa improvisó lo que buenamente pudo y luego lo montamos todo. Es un recuerdo muy bonito de estos días”, cuenta Eleazar.
“Nos inspiró esta canción porque es alegre, tiene un buen mensaje de fondo y también porque podía agradar a los niños y tener ese toque divertido y colorido”, subraya.
Y cuenta que ha sido “muy divertido” grabarlo. “Y fue una sorpresa porque todos me lo mandaron a mí y no sabían lo que había hecho el resto. No había indicaciones. Cada uno hacía su parte con los recursos que tuviera en casa en ese momento”, asegura. Además, la iniciativa ha dejado también unas divertidas tomas falsas.
Como anécdota, Eleazar relata que su madre y sus dos hermanas, las tres personas mayores, no podían grabar el vídeo así que lo resolvieron con una videollamada. “Y así hicimos ese trocito que les tocaba a ellas. Es muy divertido”, destaca.
Para Eleazar, este vídeo puede ser una “fuente de inspiración” para otros hogares y “una actividad familiar muy fácil de hacer en casa”.
Aunque viven en diferentes ciudades, Eleazar explica que se ven a menudo. “Nos solemos juntar bastante. Al tener tantos niños, cuando no es un bautizo es una comunión, o una boda”, bromea. “Somos una familia cercana y siempre intentamos buscar actividades para hacer todos juntos”, relata.
La familia cuenta con su propio hashtag: #pirañasporelmundo, con el que etiquetan todas las fotografías y publicaciones que hacen en redes. Y hasta uno de los niños creó un logotipo para esta saga. “Nos autodenominamos así porque, al ser tantos, desde pequeños, la comida desaparecía rápidamente en cuanto se ponía”, relata divertido.
Ahora, la familia Piraña también tiene este vídeo, que les recordará en un futuro la pandemia que puso en jaque a medio planeta. Como dice la canción que interpretan, igual la Covid-19 nos enseña mucho: "Quizás tenía que pasar. No es justo pero solo así se aprende a valorar".
