Los tradicionales cotillones para festejar la Nochevieja vuelven a los locales de ocio nocturno después de la parada obligada por la pandemia. Había ganas de celebración y eso se dejó notar en la gran acogida que registraron las venta de entradas anticipadas. En muchos casos "volaron" a los pocos muinutos de ponerlas a la venta. Ahora, con el aumento de casos Covid algunos las están revendiendo.
Así lo corroboran hosteleros como Darío Palomero, uno de los socios del Grupo Mon, que aglutina varios establecimientos en Cuenca y que este año ha vuelto a apostar por la celebración de cotillones en dos de las salas que regentan: la sala Mon como en La Sede.
Según apunta, los planes previstos se mantienen, la Nochevieja volverá a celebrarse en los locales de ocio, eso sí con "mucha precaución". De hecho apunta que si ya antes del repunte de la sexta ola las medidas preventivas eran el eje de la organización del evento, ahora se ha reforzado mucho más.
Según cuenta, después del parón por la pandemia, volver a organizar cotillones fue una decisión que “no costó tomar”, ya que estas fechas navideñas “no se van a dejar de celebrar de una manera o de otra”. Desde el grupo cuentan con siete locales a los que se sumará un octavo próximamente, dedicados a diferentes públicos, por lo que “no se va a dejar a nadie sin opción” para despedir el año que acaba y dar la bienvenida al nuevo.
Eso sí, insite en que se celebrarán de acuerdo con la normativa vigente de Sanidad, por lo que se controlará el aforo al máximo legal y se adoptarán todas las medidas de seguridad vigentes para evitar los contagios.
El Café-Bar Hispano es otro de los locales en el que, junto a otros muchos, volverán las fiestas de Nochevieja. Su gerente, Juan Heras, reconoce que “hay un poco de incertidumbre este año”. En este sentido destaca que este año reducirá el aforo “de forma considerable” respecto a otros años. El objetivo es crear un ambiente más tranquilo y sin aglomeraciones. “Ganaremos menos dinero, pero vamos a hacer que la gente se sienta cómoda, que es lo que estamos buscando todos un poco”, indica Heras.
“La gente tiene ganas de cotillón, de volver un poco a la normalidad al fin y al cabo”, reconoce el gerente del establecimiento, en donde habrá personal de limpieza de forma constante en los baños limpiándolos y desinfectándolos y se contará con todo el personal que trabaja en la sala “para que la gente no tenga que soportar colas, que es un poco lo que echa para atrás en otros cotillones”.