El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, niega que la petición de un estudio sobre la viabilidad de unas escaleras mecánicas al Casco Antiguo sea “una vuelta a empezar” con respecto a la mejora de la accesibilidad a la zona alta de la ciudad o vaya a suponer necesariamente que se arrincone el proyecto de Cuenca (In) de construir un ascensor, ya que no se tomará una decisión definitiva hasta que el nuevo estudio, encargado por la Junta a petición del Consistorio, esté terminado a principios de febrero.
“No es una vuelta a empezar, sino una opción paralela a la del Colectivo Cuenca (In), cuya propuesta no desdeñamos, pero queremos ahondar un poco mas en la mejora de la accesibilidad”, ha dicho esta mañana a preguntas de los periodistas.
Sí ha defendido que, en la actualidad, hay sistemas de escaleras mecánicas adaptados a personas de movilidad reducida como las que van en silla de rueda o los padres que llevan carros de bebé.
Y en cuanto a su coste, ha señalado que este podría rondar los 105.000 euros por cada cinco metros de escalera, de modo que, para un tramo total que alcanzaría los 60 metros, el coste se quedaría en unos 1,26 millones de euros, muy por debajo de los 6,2 millones presupuestados por Junta y Consorcio, de modo que quedaría más dinero para unas segundas escaleras o un ascensor en algún otro punto de la ciudad.
De su gestión, ha señalado que podría encargarse bien el Ayuntamiento, bien alguna empresa del entorno, como podría ser la que gestiona al parking del Auditorio, que con la creación de unas escaleras o de un ascensor podría tener una mayor demanda, pues, con 242 plazas, en la actualidad tiene una de sus plantas sin uso salvo en fechas muy señaladas.