La corrida de rejones quedó suspendida tras el tercer toro
El aforismo popular nos dice que “el agua de agosto quita pan y no da mosto” y por estos lares conquenses, y por San Julián, se suele decir en el lenguaje urbano que “toros en Cuenca, lluvia segura”, pero no es del todo cierto, porque el cronista no recuerda que en ferias, desde 1972 en que inició sus crónicas taurinas, se haya suspendido un festejo ya comenzado, en este caso tras la lidia en rejoneo del tercer toro. En estos 25 años de Maxitoro al frente de la plaza, sólo se han suspendido dos festejos horas antes de comenzar (rejones en 2013) y la corrida de Cebada Gago de 2017 (ambas un 28 de agosto), en tanto que otros festejos mayores aplazaron su comienzo en una hora en un caso y varios minutos en otros.
MEDIA CORRIDA
No se recuerda por tanto que en la feria de San Julián, tanto en septiembre hasta 1963, como en agosto, se haya suspendido un festejo ya comenzado, por la lluvia y el agua, debido al estado del ruedo como ocurrió este domingo 25 de agosto de 2024, tras la lidia del tercero de la tarde, a cargo de la rejoneadora Lea Vicens, que tuvo que lidiar a caballo bajo un aguacero. La suspensión, pese a las protestas, se llevó a cabo a instancia de los protagonistas por el estado que ofrecía el resbaladizo ruedo. Prevención de riesgos laborales y de posibles percances.
De la tarde sabatina de abanicos pasamos a la tarde dominical de paraguas. El público fue previsor ante los anuncios meteorológicos que daban cien por cien de agua a las siete de la tarde. Media hora antes comenzó el paseíllo, con ese bonito prólogo de los dos alguacilillos despejando plaza y los tres rejoneadores –dos caballeros y una amazona— ofreciendo un vistoso preludio con sus monturas, entre el aplauso del público y la música que hacía bailar a los enjaezados equinos.
SERGIO GALÁN
Abrió plaza el taranconero Sergio Galán, muy aplaudido en los tendidos, para recibir al primero de la tarde “Botelha”, a lomos de “Noche”, colocando hasta tres rejones de castigo, en una lidia eficaz frente a un toro de carrera de fondo, propiciando rejoneo muy en la línea clasicista de Galán. Caían las primeras gotas y los truenos y relámpagos eran la música de viento. En banderillas se lució el de Tarancón con “Capricho”, nombre muy apropiado para ese toreo de rejoneo en el que encela al burel de costado y dando la vuelta para ir colocando las farpas, al son del pasodoble de la Banda. Sergio invitaba a los tendidos ofreciendo los palitroques, aunque no es rejoneador vehemente, sino más bien de pureza y clase, siguiendo los cánones del llamado arte de Marialba. Refrendó su trabajo de puro rejoneo con “Bambino”, clavando banderillas al quiebro, de costado y de frente, para culminar su labor con “Óleo”, caballo que ni pintado para el último tercio, prendiendo las cortas entre ovaciones. No acertó con el rejón de muerte y tras dos pinchazos descabelló pie a tierra. Se le aplaudió con muchas ganas.
DIEGO VENTURA
A Diego Ventura le tocó lidiar a “Rinconado”, un toro que pareció salir con brío pero poco a poco fue rehuyendo la pelea con signos de mansedumbre. Con “Oro Negro” el rejoneador intentó que no se arrinconase el toro al que fue colocando rejones de castigo, con el cielo plomizo y amenazador, con lo que se encendieron las luces. De menos a más fue Diego Ventura cimentando su labor a lomos de “Velasquez”, con ese toreo más espectacular en las banderillas al quiebro, citando al manso burel de costado, para culminar su actuación montando a “Lío”, luciéndose en las cortas al violín. Con las rosas perdió tino ante tanto palo florido, y dos se le cayeron y volvió a colocarlas, entre la lluvia. No ayudaba “Rinconado”, pero el experimentado Ventura supo hacer efectivo el rejón de muerte, y se llevó la que iba a ser única oreja de la tarde. Dado que llovía declinó dar a vuelta al ruedo y saludar.
LEA VICENS
Empezó la lluvia a arreciar cuando se abría la puerta de toriles, con la amazona Lea Vicens dando la señal de apertura al torilero. La larga faena de la rejoneadora francesa transcurrió bajo el aguacero, que hizo que muchísimos espectadores se refugiasen en los pasillos. Repletas las gradas y bastantes valientes con chubasqueros y paraguas en los tendidos. Lea Vicens debió acordarse de la lluvia de los Juegos Olímpicos de París y no se arredró para ir prendiendo los rejones de castigo y banderillas a “Galarita”, que al menos atendía las formas toreras de la francesa de Nimes, ciudad con plaza relevante. La gentil amazona nimeña intentó contentar al sufrido público montando a “Jazmín” en el tercio de banderillas. Todo su esfuerzo se vino abajo a la hora del rejón de muerte, pues el toro se le paró y no había forma de entrar con los aceros, y tras varios pinchazos sonaron hasta dos avisos y por fin acabó con descabello pie a tierra. El público al menos le aplaudió por su voluntad bajo la lluvia.
Tras unos minutos de espera, y viendo el estado del ruedo, que pisaron los rejoneadores y auxiliadores, amén del delegado gubernativo, se anunció por megafonía que la corrida quedaba suspendida. Gran parte del público, viendo que había remitido la lluvia, aunque el ruedo no estaba para florituras, mostró su enfado por la decisión tomada, y abroncó a rejoneadores y subalternos cuando abandonaban la plaza. Triste imagen sin duda.
En la nota de prensa de Maxitoro se comunicaba que “la segunda corrida de la Feria de San Julián ha sido suspendida por el mal estado del ruedo tras la lidia del tercero de la tarde de este domingo en Cuenca. Tras la intensa lluvia caída minutos antes, por petición de los toreros a caballo y para salvaguardar la seguridad de sus cuadras, el festejo ha sido suspendido.
De haber sido una corrida a pie, la decisión podría haber sido la de seguir adelante, pero al tratarse de un festejo a caballo ha primado la seguridad de las cuadras y de los toreros a la hora de suspender el festejo”.
LA FICHA
Segunda corrida (de rejones) de la Feria de San Julián. Domingo, 25 de agosto de 2024. Presidió Javier Canales, asesorado por Miguel Tinajero y el veterinario José Antonio Mondéjar Donate. Tras la lidia del tercer toro fue suspendida por el mal estado del ruedo, después de la fuerte lluvia caída, con aviso por megafonía.
Sergio Galán (chaquetilla azulada), gran ovación.
Diego Ventura (chaquetilla gris), una oreja.
Lea Vicens (chaquetilla gris perla), palmas, tras dos avisos.
Ganado: Se lidiaron tres toros del hierro portugués de María Guiomar de Moura, bien presentados. Aplaudido el bravo primero, manso el segundo y noble el tercero. Peso: 489, 446, y 512 kilos. Los tres restantes pesaban 557, 683 y 547 kilos.
Incidencias: Tarde nublada con sol intermitente. Tres cuartos de entrada, con el público provisto de chubasqueros y paraguas. Dos alguacilillos hicieron el despejo con cinco caballos sobre la arena. Prólogo ecuestre de los dos caballeros y la amazona muy vistoso y aplaudido por el respetable. Colorido de las peñas mateas en la andanada del “5”, hasta que la lluvia apagó todas las ilusiones. La merienda quedó para los pasillos de la plaza, con música incluida.