El coronavirus ya se está haciendo notar en el sector hostelero conquense hasta el punto de que algunos negocios, como el Grupo Mon, ya han anunciado que cerrarán temporalmente por responsabilidad y con el fin de evitar la propagación del COVID-19. Medida a la que, por ejemplo, también se va a sumar la conocida Churrería del Mercado, que, tal y como ha confirmado a esta redacción, va a cerrar temporalmente a partir de este domingo, 15 de marzo.
Pero junto a este ejercicio de responsabilidad frente a esta enfermedad, la verdad es que el avance del virus SARS-CoV-2 está perjudicando económicamente al sector hostelero en el día a día. No en vano, los distintos establecimientos consultados por este periódico han confirmado que llevan experimentando un notable descenso del volumen de negocio desde el comienzo de esta semana e, incluso, en algunos casos, como un restaurante céntrico de la capital, desde el pasado fin de semana, cuando le cancelaron varias reservas con un total de 150 comensales.
El aspecto que presentaban este viernes por la mañana bares y terrazas del centro de la ciudad era más que clarificador. Terrazas prácticamente vacías y bares sin clientes era lo que predominaba esta mañana a la hora del tradicional café, cuando cualquier otro día habrían estado repletos de clientes. Y es que, tal y como han confirmado a Las Noticias de Cuenca, la gente se está pensando muy mucho eso de salir fuera. No en vano, los hosteleros consultados aseguran que llevan sufriendo una caída en la afluencia de clientes desde el inicio de semana y, con especial incidencia, a partir de este jueves, hablando la gran mayoría que han reducido su clientela habitual en más de un 50 por ciento.
Unas circunstancias que están obligando a muchos hosteleros a plantearse qué hacer en los próximos días de seguir así la situación, porque, según dicen, comienza a ser preocupante para sus negocios.
MENOS GENTE EN LA CALLE
Paralelamente, tan solo había que darse una vuelta por la ciudad para comprobar que a media mañana de este viernes la actividad en la calle era ligeramente menor. Aunque, por ejemplo, en Carretería a primera hora se podían ver a los vehículos de reparto trabajando con aparente normalidad, los conquenses deambulando por la zona no eran tantos como de costumbre.
Algo que era más acusado en el parque San Julián. Paseos y juegos infantiles totalmente vacíos describían la situación de este habitual punto de obligada visita para muchos conquenses, pero en el que hoy solo se podía ver a los operarios municipales llevando a cabo trabajos de jardinería.
En consecuencia, cada vez son más los conquenses que parecen haber preferido hacer caso a las recomendaciones de quedarse en casa para intentar contribuir a frenar el avance del coronavirus.
