E
s uno de los grandes museos de Cuenca, un lugar único donde el visitante, con tan solo entrar, se maravillará con la arquitectura de la iglesia tardo-gótica del antiguo convento de los dominicos, a la vez que puede asomarse a la Hoz del Huécar desde una perspectiva diferente y, como no, conocer y disfrutar con las más de 40 obras pictóricas y escultóricas de Gustavo Torner, el pintor, arquitecto e ingeniero de montes que ha sido determinante para conseguir grandes hitos culturales en la ciudad de Cuenca.
Se trata del Espacio Torner, un gran referente cultural de Cuenca que, desde hace casi un año, dirige Marta Moset (Cuenca, 1981), licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Castilla-La Mancha y vinculada al museo desde sus inicios. Una mujer que se ha marcado como objetivo “abrir poco a poco este espacio a todos los públicos”. Para conseguirlo, se han puesto en marcha visitas guiadas, actividades con escolares o centros de discapacitados, entre otros sectores, porque “la cultura debe ser siempre inclusiva”, apunta. Así, en este último año, el museo ha logrado adaptarse a los nuevos tiempos pues, este tipo de propuestas “no se habían hecho hasta ahora”, apostilla la gerente-directora.
Además, otro de los grandes proyectos que tiene en marcha el Espacio Torner en la actualidad es la adecuación del coro para albergar la biblioteca personal de Gustavo Torner. Si bien, por ahora, “todavía estamos recibiendo libros y no sabemos exactamente con cuántos ejemplares contaremos, aunque sí podemos afirmar que son muchos”, revela.
En este espacio, hasta ahora desconocido y cerrado al público, se han instalado, en la parte central, unos paneles que forman un cubo y que a su vez están divididos en estanterías, para que “nada toque la estructura original de la iglesia y podamos respetar la arquitectura original totalmente, al igual que ocurre en el resto del museo”.
Esta nueva zona, diseñada íntegramente por el propio Gustavo Torner, aún no tiene una fecha de apertura aproximada pero lo que sí está claro es que “será visitable y cualquier persona podrá consultar los ejemplares para llevar a cabo estudios o investigaciones de cualquier tipo”, señala la directora-gerente.
Y estas no son la únicas novedades, pues también acaban de firmar un convenio de colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha con el objetivo de que “puedan venir algunos estudiantes a formarse y conozcan el día a día de un museo como este”, señala.
En este sentido, los estudiantes universitarios tendrán la oportunidad de ponerse a prueba a nivel laboral, llevar a cabo visitas o catalogar los volúmenes de la futura biblioteca del museo, entre otras tareas pues “terminan la universidad sin haber tenido un contacto real con el mundo laboral y queremos contribuir a revertir esta tendencia”, apunta Marta Moset.
Otro de los aspectos que pretenden potenciar es la labor pedagógica del museo. Por ello, durante las visitas infantiles han empezado a trabajar con cuadernillos didácticos mediante los que consiguen relacionar las obras de Gustavo Torner con los contenidos que los niños y niñas aprenden a diario en sus centros educativos.
Eso sí, en las visitas enfocadas al público adulto lo que se pretende es acercar el pensamiento y manera de hacer de Torner porque “su obra es intensa, dramática y puro pensamiento que siempre busca la excelencia”. Y es esa excelencia y su particular forma de entender el arte lo que “hace engancharse al público. Por eso empezamos el recorrido dándoles pequeñas pinceladas para que, jugando con el misterio, se interesen más y más por sus obras”, revela Marta Moset.
Respecto a las visitas, el Espacio Torner recibe a un público muy diverso pues, entre semana destaca el visitante extranjero que “no duda en recorrer todos los museos de Cuenca” pero también reciben la visita de, por ejemplo, grupos de centros escolares. Sin embargo, durante los fines de semana destaca por encima del resto la afluencia de familias.
ESPACIO TORNER, UN LUGAR DE REFLEXIÓN
Con todo, el Espacio Torner es más que un museo, es un “lugar de reflexión donde la pintura, la escultura y la arquitectura dialogan entre sí, creando una relación perfecta entre contenido y continente”.
Un museo que, por suerte, mantiene contacto directo y trabaja codo con codo con el artista que le da nombre a pesar de que, Gustavo Torner, está a punto de cumplir 97 años. Sin embargo, la edad no es un impedimento para él, que acaba de publicar su último libro titulado ‘Escritos’.
El Espacio Torner está vivo y Marta Moset ya baraja nuevas iniciativas que verán la luz en los próximos meses.
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