El Ayuntamiento de Cuenca está a la espera de que la empresa que tiene la concesión de los autobuses urbanos hasta el año 2022, Líneas Urbanas de Cuenca (LUC), responda si acepta o no una propuesta para mejorar este medio de transporte que el equipo de gobierno le ha hecho llegar y que incluye, según aseguran, diversas aportaciones tanto de colectivos como asociaciones de vecinos como de otros grupos políticos.
La propuesta del Ayuntamiento respetaría el kilometraje actual, estipulado por contrato y que a lo sumo se puede sobrepasar en un 10 por ciento, pero propondría una distribución más eficaz de las líneas, según aseguran a Las Noticias algunas asociaciones vecinales.
Entre otros asuntos se incluiría así la posibilidad de ofrecer servicios lanzadera de acceso al Casco Antiguo los fines de semana y festivos, al menos aquellos de mayor afluencia de visitantes, tras la buena aceptación que tuvo la prueba llevada a cabo durante el pasado puente de la Constitución, que entre las 10:30 horas del viernes y las 19:00 horas del domingo incluyó autobuses que cada quince minutos comunicaban la plaza de la Constitución con el barrio del Castillo y viceversa, unos vehículos que fueron utilizados por más de 3.800 personas.
Se trata de una propuesta largamente reivindicada por los vecinos y hosteleros del Casco Antiguo que estos entienden que es rentable económicamente, ya que los kilómetros que recorren estas lanzaderas se compensan con la reducción del recorrido de las líneas 1 y 2, que en los días citados dejaron de subir al Casco Antiguo.
Gerardo Rubio, presidente de los vecinos del Casco Antiguo, cuyos representantes se han reunido recientemente con el concejal de Movilidad, Adrián Martínez, asegura que el equipo de gobierno “quiere repetir” unos servicios que a su entender contribuyeron a reducir de forma importante el tráfico en el Casco Antiguo, a su entender “insoportable” muchos fines de semana, además de mejorar el acceso a vecinos, conquenses de otras partes de la ciudad y visitantes.
Otra conocida reivindicación vecinal para la mejora del autobús que previsiblemente incluirá la propuesta municipal es la del paso de los autobuses de la línea 5 por las empinadas calles de San Cosme y San Damián de Fuente del Oro. El presidente de esta asociación, Antonio Gómez, confía en que el nuevo equipo municipal atienda una petición que llevan realizando desde que ambas calles quedaran fuera del recorrido, en la primavera de 2016. Insiste en que, en un barrio cada vez más envejecido, hay que acercar lo máximo posible el autobús a los vecinos, sobre todo en calles con tanta cuesta. Que los autobuses pasaran también por la calle Ronda del Manantial, cuya parada fue suprimida durante la legislatura de Juan Ávila, o que la parada de salida se acercara a las viviendas en vez de estar situada junto al hospital Alameda son otras demandas de los vecinos de Fuente del Oro.
Autobuses lanzadera al AVE, una posibilidad para mejorar esta conexiónQue los autobuses vuelvan a pasar por el barrio de Las Cañadillas y por la calle Ángeles Gasset de Villa Román, además de que haya algún servicio que llegue hasta la residencia de mayores Las Hoces, en la antigua carretera de Madrid, son, junto a la subida hasta el barrio del Castillo de la línea 1, otras de las demandas de diversos colectivos que este medio lleva recogiendo desde mediados de 2016.
Que cualquier usuario del servicio pueda hacer transbordo entre líneas sin tener que pagar dos veces es otra reivindicación en la que coinciden todos los vecinos y colectivos y que podría ayudar a reducir los kilómetros de algunas líneas manteniendo toda la ciudad comunicada pese a la inevitable pérdida de tiempo que, frente a la conexión directa, suelen conllevar los transbordos.
Autobuses al AVE
A todo ello hay que añadir una posible nueva organización de los autobuses al AVE, pues los vecinos critican que a partir de mayo 2016 su horario dejara de estar sincronizado con la llegada y la salida de los trenes. Por una parte, consideran positivo que haya unos horarios fijos para quien acude a la estación a coger el AVE, pero el problema está en quienes llegan a la estación procedentes de algún tren y se encuentran con que el autobús acaba de partir y toca esperar 25 minutos en el caso de los días de entre semana y hasta 55 los sábados y domingos. “Para el que va, no hay problema, porque todo el mundo acude a la estación con antelación, ya que hay que pasar las maletas, llegar al andén, y se tarda, pero volver y encontrarte sin autobús, máxime en estos días de frío, y si ya es de noche, no es de recibo”, sostiene Gómez.
Como ocurre con las lanzaderas al Casco, la conexión con la estación Fernando Zóbel se podría mejorar sin disparar el kilometraje con autobuses cada quince minutos -frente a la media hora de periodicidad actual- que comunicaran continuamente la estación con un punto relativamente cercano de la ciudad, como la glorieta del Agricultor o la carretera de Valencia, desde donde quienes necesitaran desplazarse a otros puntos de Cuenca podrían hacer transbordo. Se perdería, eso sí, la conexión directa entre la estación y el Casco.