Pasear al perro es una de las excepciones que están permitidas durante el confinamiento en las casas decretado en nuestro país para frenar el avance del coronavirus. Pero ¿qué ocurre si en el hogar hay una persona afectada? Virginia Ortega Torralba, de la Clínica Veterinaria Albéitar de Cuenca, recomienda, en la medida de lo posible, delegar el cuidado de la mascota en familiares que no vivan en la misma casa o en amigos.
Aunque esta profesional recuerda que no hay evidencias de que las mascotas puedan padecer o transmitir el virus, pone el foco en que, si la persona afectada lo ha acariciado, otras personas de la familia podrían contagiarse dado que el pelo del animal sería “como cualquier otro objeto” en el que se asiente el virus, que es muy resistente y puede permanecer activo durante varios días.
Además, si el animal se va a otro domicilio, se evita que los familiares que conviven con el positivo en coronavirus tengan que salir a pasear el perro, lo que reduce los riesgos ya que estas personas también podrían haberse contagiado y no lo sepan aún.
De todas maneras, tendrían que desinfectarse a conciencia todos los objetos del animal para evitar problemas si se lleva a otro domicilio.
En caso de que la persona viva sola o no se tengan familiares que se puedan hacer cargo del animal, Ortega Torralba aconseja llamar a alguna protectora para ver si nos pueden ayudar y evitar posibles abandonos de perros.
Y si hay que llevar el perro o gato al veterinario porque está enfermo, es obvio que no debe hacerlo la persona afectada ni tampoco aquellas que no diagnosticadas pero que tienen síntomas compatibles con la COVID-19.
En el resto de hogares, que estén, en principio, libres de coronavirus, las personas pueden, de uno en uno, pasear al animal con la pertinente prudencia. Aunque depende del perro, “tres o cuatro paseos diarios de unos diez minutos para que les dé tiempo a hacer sus necesidades son suficientes”, según explica esta veterinaria. “No hay que aprovechar para estar media hora en la calle. Que sea lo menos posible”, indica.
Si se coincide durante el paseo con otros animales, hay que evitar que interactúen, por lo que es fundamental llevarlos con la correa para impedir que se junten con otras mascotas o personas.
EXTREMAR LA HIGIENE
Si estos días se hace hincapié en la conveniencia de que los humanos se laven las manos frecuentemente, la higiene también debe reforzarse en los animales. La veterinaria recomienda así lavar con agua y jabón las patas de las mascotas después de cada paseo para evitar posibles contaminaciones en la vivienda.
Durante estos días, la clínica Albéitar ha reducido el horario al público a solo por las mañanas aunque también ha habilitado un teléfono para atender urgencias fuera de estas horas matutinas.
La afluencia de público se ha reducido considerablemente y los pocos clientes que han pasado por la clínica durante estos días lo han hecho porque sus animales estaban enfermos, para vacunar de la rabia y para adquirir productos de alimentación.
La veterinaria aconseja llevar las cartillas de los animales durante el paseo por si los agentes la solicitan para comprobar que se es el propietario del animal. Y, como siempre, hay que estar al día de las vacunas y la desparasitación interna y las mascotas deben llevar el microchip que permita identificarlos.
