No se han vuelto de vacío. Los conquenses Manuel Ramos y Marta García, tío y sobrina, han aprovechado al máximo el viaje que emprendieron la pasada semana con su furgoneta de forma altruista hasta la frontera de Polonia con Ucrania con el fin de llevar distinto material sanitario e higiénico trayéndose en su regreso a España a dos familias de refugiados –en total, dos mujeres y cuatro menores– a las que han dejado este domingo en Valencia.
Las dos mujeres están sobre la treintena y son hermanas mientras que sus hijos -tres de una y uno de la otra- tienen entre 17 y cinco años. No hablan castellano y apenas un poco de inglés pero han aprovechado el viaje de huida de la guerra para aprender unas palabras básicas de español, explican Manuel y Marta. El destino de estas dos familias era Valencia, donde serán acogidos por compatriotas ucranianos.
“Nos hemos cruzado con gente de toda Europa que de forma altruista y voluntaria como nosotros han ido a ayudar”, cuentan estos dos conquenses de este largo y duro viaje hacia este limbo en el que se ha convertido la frontera de Polonia con Ucrania.
Para planificar el viaje, Manuel y Marta han estado en contacto con un voluntario catalán de una ONG, quien, una vez en destino, les ayudó con la entrega del material y les puso en contacto con las dos familias de refugiados a las que se han traído hasta nuestro país.
Cuando estaban en Polonia, incluso les propusieron pasar a Ucrania para llevar material aunque finalmente no lo hicieron por la peligrosa situación que se vive allí y porque también les advirtieron de que no tendrían problemas para entrar pero habría dificultades para salir.
“Está todo lleno de refugiados. El voluntario catalán nos contó que hay mucha gente que quiere ir a ayudar. Pero no se necesita. Lo que hace falta es transporte para llevar a esas personas a otros sitios”, detalla Manuel.
Tío y sobrina recogieron el cargamento de medicamentos, pañales y productos de higiene, entre otros artículos, que han llevado en su furgoneta camper hasta Polonia –en concreto a la población de Medyka– del edificio del Mercado Municipal y La Hípica, donde se ha centralizado la ayuda donada por los conquenses.