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Fuerzas Armadas

Conquenses en misiones internacionales

Dos militares de Cuenca están presentes en estos momentos en el destacamento Marfil de apoyo a Mali y el destacamento aéreo táctico Mamba en Gabón. Hemos hablado con uno de ellos, Ángel Redondo Marquina
Conquenses en misiones internacionales
Ángel Redondo en Gabón
29/10/2017 - Nuria Lozano

Cuenca está presente en dos misiones internacionales de las Fuerzas Armadas: la del destacamento Marfil de apoyo a Mali y la del destacamento aéreo táctico Mamba en Gabón.

Según datos de Defensa, en la actualidad son dos los militares conquenses que participan en estas operaciones en el exterior que tienen como fin principal contribuir a la seguridad de España y sus aliados, en el marco de las organizaciones de las que el país forma parte, así como el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la ayuda humanitaria.

En las misiones internacionales se protege a la población civil en países asolados por la guerra, aportando seguridad y protección a los ciudadanos, poniendo fin a los combates y supervisando la paz impuesta o acordada. Además, se lucha contra el terrorismo internacional, contra el tráfico ilícito de personas o contra la piratería, al mismo tiempo que se adiestran a las Fuerzas Armadas de estos países para que sean capaces de luchar contra estas lacras por ellos mismos, como ocurre por ejemplo en Bosnia, Afganistán, Somalia o Mali.

Asimismo, se efectúan limpiezas de explosivos para que la gente pueda circular libremente por los caminos o cultivar el campo; se protege la distribución de ayuda humanitaria, se presta asistencia sanitaria al personal civil y se efectúan acciones de reconstrucción. Otra función fundamental es socorrer a la víctimas en aquellos países asolados por catástrofes naturales como ha ocurrido recientemente en México, donde se enviaron equipos de la Unidad Militar de Emergencias para buscar personas bajo los escombros.

MUY VALORADAS

Gracias a esta labor, las Fuerzas Armadas es una de las instituciones más valoradas por los españoles y participar en estas misiones supone un honor para los militares, sobre todo en las de mayor riesgo y fatiga. De hecho, todos los puestos se cubren y hay más demanda que plazas. Lo más duro, según estas mismas fuentes, es la separación de la familia durante meses y la dureza de ver una guerra, la muerte y la destrucción, para lo que hay que estar muy preparado psicológicamente. Todos los efectivos se forman desde su ingreso para cualquier tipo de misión, un adiestramiento que nunca se acaba, aunque antes de actuar en cualquier sitio y en función de la zona, tienen que recibir una instrucción específica sobre la misión en sí, el terreno, los riesgos, la población, la situación política... Los altos mandos tienen que dominar el idioma, especialmente el inglés.

Aunque todas las misiones tienen sus riesgos, hoy en día preocupa de forma especial y tienen un plus de peligrosidad la lucha contra el Daesh y contra el terrorismo internacional y el tráfico de seres humanos en el Mediterráneo.

Por otra parte, hay misiones poco conocidas pero que son muy interesantes como la Campaña Antártica, que se desarrolla todos los años de noviembre a marzo, en el llamado verano austral. Consiste en prestar apoyo logístico y seguridad a un grupo de científicos que ocupan la Base que el Ejército de Tierra atiende en este continente y que realizan diferentes programas de investigación científica. El propio ejército aprovecha para realizar también algunos proyectos de investigación probando los uniformes o los grupos electrógenos en situaciones extremas climatológicas como las que allí se viven. Es una misión que cuenta con el certificado AENOR, que viene a confirmar que todo se hace con el mayor respeto hacia el medio ambiente.

Precisamente, el próximo 3 de noviembre el comandante que dirigirá la próxima misión en La Antártida, Valentín Carlos Beneitez, vendrá a Cuenca donde ofrecerá una conferencia en el Museo Paleontológico sobre el trabajo que realizan a la que asistirán varios colegios de la capital.

Conquenses en misiones internacionales

SOLDADO ÁNGEL REDONDO

Ángel Redondo Marquina, de 28 años, es uno de los conquenses que ha vivido en primera persona lo que es formar parte de una misión internacional. Recién aterrizado en casa, acaba de estar durante tres meses en el corazón de la selva ecuatorial africana, en Gabón.

Después de finalizar la carrera de Biología y buscar trabajo relacionado con su profesión, se dio cuenta de que el efecto de la crisis había disminuido las oportunidades laborales, por lo que decidió ver qué otras profesiones le llamaban la atención. “Siempre me ha gustado la aventura, pero nunca me había planteado entrar en las Fuerzas Armadas. Como una de mis metas es ingresar en el SEPRONA de la Guardia Civil o en la Unidad Científica de la Policía Nacional, pensé que por esta vía podía tener más opciones para luego entrar en esos cuerpos, pero una vez dentro de esta institución te das cuenta de que formas parte de un ejército con gran historia, en el que quieres ser el mejor, el más rápido, el más resistente. Lo que se aprende aquí difícilmente lo aprendes en otro lugar: la disciplina, el orden, la jerarquía, promocionar, el compañerismo. Todo esto lo encuentro en la vida militar, en mi caso, sirviendo en el Ejército del Aire, y por todo ello te das cuenta que dentro de ti había y hay una vocación y que no te alistaste solo por tener un sueldo y una estabilidad social”, explica a Las Noticias.

Al ingresar, sabía que en algún momento de su carrera participaría en alguna misión internacional. “No te conformas con ver por la tele lo que sucede en otros lugares del mundo, quieres formar parte de ello y ser el que está ahí, haciendo aquello para lo que somos entrenados”, afirma.

El destacamento Mamba presta apoyo a los aliados franceses, realizando transporte de material y personal donde se necesite por medio del avión C-295. Esta misión en particular trata de estabilizar la zona del Sahel en su lucha contra el yihadismo.

Como en todos los lugares, existe un equipo médico, que consta de un médico, un enfermero y un técnico sanitario. Este último ha sido el cometido de Ángel Redondo. “El equipo sanitario se encarga de atender a los compañeros que presentan algún tipo de lesión del día a día o enfermedades que puedan surgir durante toda la misión. Lo más habitual es que se produzcan cuadros gastrointestinales debido a las condiciones ambientales y epidemiológicas presentes en esta parte del mundo”. Una zona donde la malaria está muy extendida, por lo que el ejército también lleva el control de la quimioprofilaxis que todo el personal debe tomar, además de tener actualizado su calendario de vacunas.

Conquenses en misiones internacionales

APRENDER A VALORAR

Para este soldado conquense esta experiencia le ha enseñado a valorar muchas cosas. “Nada más llegar aprendes que uno tiene que saber desenvolverse en muchos aspectos de la vida con el material que tiene a su alrededor, con o sin la ayuda de tus compañeros. Por eso se valora más lo que tienes en España que, con poco, ya es más de lo que la mayoría de gaboneses”.

Tampoco faltan las anécdotas. “Al principio veía que muchas mañanas había bastantes militares y policía por la calle. Al cabo de los días ya sabes que ese día el presidente del país sale de su residencia. O los sábados, por ejemplo, la policía da protección a las personas que se casan; Los días de lluvia hay que hacer maravillas para que no se te vaya el coche camino del trabajo y muchos días se iba la luz, justo en el momento que estaba realizando tareas de oficina”.

En su caso, no ha vivido momentos de tensión ni ningún percance significativo. “Es una zona relativamente tranquila, pero no por ello se puede bajar la guardia”.

Considera que lo más duro es estar lejos de la familia y de los amigos y, como buen conquense, “uno de los días que más ‘morriña’ me ha dado durante todo el destacamento ha sido en las fiestas de San Mateo, pero nada que no se pueda arreglar con una video llamada”.

Recién finalizada la misión, tiene previsto pasar una semana de vacaciones bien merecidas en su tierra natal. Tras el susto inicial, su familia vive ahora con tranquilidad esta opción de vida y están todos muy contentos de que haya podido realizar uno de sus sueños, el de estar en África.

Ángel está dispuesto a participar en más misiones, “allá donde nos necesiten” y anima a los chicos de su edad a dar el paso si sienten esta inquietud. “Es un trabajo duro y muy sacrificado, no lo vamos a negar, pero que aporta grandes satisfacciones, conoces multitud de grandes personas y viajas a lugares a los que nunca hubieras imaginado llegar”.

No te conformas con ver por la tele lo que ocurre en otros lugares del mundo, quieres formar parte de ello y estar ahí

176 MILITARES EN 28 AÑOS

Las misiones internacionales se iniciaron en 1989. En estos 28 años han participado en las mismas un total de 176 militares de la provincia de Cuenca, lo que representa un 0,12 por ciento del total de efectivos desplegados a nivel nacional, 137.000 en medio centenar de operaciones.

En este periodo solo ha habido que lamentar un fallecido conquense, al menos que tenga constancia Defensa. Se trata del brigada Francisco de Alarcón, natural de Castejón, que murió en 2003 en el accidente del Yakolev 42 en Turquía cuando regresaba junto a otros compañeros de Afganistán.

Las Fuerzas Armadas españolas están presentes en estos momentos en 20 misiones en el exterior con cerca de 3.000 militares y guardias civiles desplegados en cuatro continentes, además del continente Antártico.

El interés por formar parte de las Fuerzas Armadas va en aumento sobre todo por parte de los jóvenes que ven en ellas una salida profesional. Desde la Subdelegación de Defensa en Cuenca se imparten todos los años charlas informativas en los IES para orientar, que no captar, a los interesados. A las dos convocatorias de plazas de este 2017, en junio y septiembre, han optado en Cuenca 169 personas de un total de 41.000 aspirantes para 5.000 puestos ofertados.