Cientos de conquenses, sobre todo muchísimos jóvenes, han disfrutado este 28 de febrero del tradicional Jueves Lardero, que en el caso de este año ha sido uno de los más primaverales que se recuerdan, una jornada muy soleada en la que al mediodía incluso resultaba conveniente no pasarse demasiado tiempo al sol, y buscar la sombra.
Numerosos espacios naturales de la capital, como las laderas del paraje de la Fuente del Canto, los miradores de las hoces del barrio del Castillo o la explanada de San Julián el Tranquilo, han sido solo algunos de los sitios más frecuentados por numerosos grupos de amigos y familiares.
Como manda la tradición, no faltó la comida, con los panecillos con tortilla de patatas y chorizo y los bocadillos. Momentos para compatir comida, bebida y amistad en la víspera del inicio del Carnaval.
Para garantizar la seguridad, la Policía Local estableció un dispositvo en el que participaron 19 agentes del cuerpo y otros doce agentes de movilidad.
