Túnicas, capuces, reposteros, estandartes, cordones... Todo esto y mucho más lo confeccionan en la Mercería Hilarte de Cuenca capital, uno de los establecimientos que desde hace unos meses hasta ahora, como ocurre todos los años, han tenido un aluvión de encargos, según explica su propietaria Ascensión Muñoz. En total, estiman que han confeccionado alrededor de 200 túnicas nuevas, pero a ello hay que sumar los arreglos que encargan tanto particulares como las propias hermandades para tener todo a punto para Semana Santa.
Tal es el volumen de encargos que, para llegar a tiempo con todos, la plantilla de Hilarte ha pasado de tres a siete personas en estas semanas. “Se necesita una ayuda extra porque sino es imposible”, asegura Ascensión Muñoz.
Como es habitual, lo que más confeccionan son túnicas de sarga, aunque dependiendo de la hermandad hacen los capuces del mismo tejido o de terciopelo. “Varía en función de la normativa”, cuenta la propietaria. Eso sí, todo depende también del presupuesto de cada cliente ya que, el terciopelo es más caro.
Si bien, el incremento de la facturación de los meses previos a Semana Santa da un balón de oxígeno a comercios como este. “Ahora vienen meses más flojos y esto nos permite mantenernos”, concluye Ascensión Muñoz.