Una placa de acero y, encima, un encofrado con varillas de acero de dos centímetros de grosor cubren ya los agujeros de 18 metros de profundidad excavados durante los últimos años para llegar hasta el principal colector de aguas residuales de la ciudad y arreglar el colapso producido a finales de 2019 dar solución al colector de Astrana Marín. Esta es la imagen actual del solar junto a la avenida San Ignacio de Loyola, toda vez que la obra ya está concluida y tan solo falta sellar con hormigón la superficie de este pozo y dejar toda la parcela con el mismo nivel.
Así lo ha puesto de manifiesto el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, durante una visita que ha realizado este martes a las obras de este colector, donde ha resaltado que después de cuatro años de trabajo, dos millones de euros invertidos, la construcción de dos troneras de 18 metros de profundidad cada una y la restitución de 53 tramos del colector, las obras y han llegado prácticamente a su fin.
“Esta es la obra más importante que se ha acometido en muchos años en la ciudad”, ha dejado claro el regidor del municipio, quien ha resaltado la complejidad de esta actuación por la profundidad en la que se encontraba el colector dañado, pero que gracias a la renovación de esta infraestructura ya no se están produciendo retenciones de agua en todo el centro urbano cuando llueve de forma abundante, como ha quedado ya demostrado este pasado verano.
A parte de la renovación del colector, los trabajos también han servido para hacer una limpieza extrema de todo el colector, dado que durante años se ha estado acumulando basura en su interior, algo que llevó a su colapso a finales de 2019.
Ahora que ya se ha concluido esta obra, el Ayuntamiento sigue “vigilante” con el resto de colectores de la ciudad acometiendo diversas obras para la renovación de los mismos. De este modo, Dolz ha resaltado que ahora se están haciendo obras en el tramo de la calle Colón con la rotonda de El Sargal actuando de emergencia tras detectarse un hundimiento.
Dolz ha querido mostrar su satisfacción con el fin de esta obra, porque tras una demora por hacer un informe geotécnico de toda la zona para ver cómo eran los terrenos, por fin se pudo arrancar las actuaciones en octubre del año pasado y que concluyeron en agosto con la retirada de la bomba que había instalada.