Las calefacciones centrales tienen los días contados. De acuerdo con la nueva normativa estatal, los edificios de más de 20 viviendas que aún mantenían este sistema tenían hasta el 1 de octubre para hacer el cambio a contadores individuales mientras que las de menos podrán hacerlo hasta mayo de 2023. Aunque supone una inversión inicial para los propietarios, el Colegio de Administradores de Fincas de Albacete y Cuenca estima que la medida supondrá un ahorro de en torno a un 24% en cada comunidad.
La secretaria del colectivo, María Ángeles Simarro Ossorio, concreta que la instalación del contador en cada radiador tiene un coste que oscila entre los 22 y los 24 euros. Una vivienda de entre 90 y 100 metros cuadrados suele tener entre ocho y diez, puntualiza.
“Otra cosa aconsejable, aunque no obliga la ley, es que las llaves de cierre sean también nuevas. Hay unas válvulas termoestáticas que regulan tu temperatura. Puede estar cerrada, a mitad o abierta entera. Es aconsejable cambiarlas. Cuestan sobre unos 36 euros para cada radiador. Es recomendable ponerlas porque si no puedes cerrar la llave, no está haciendo al final el cometido que tiene”, recalca.
La responsable explica que la lectura del consumo la hace una empresa externa, lo que tiene un coste de 0,10 euros al mes por radiador. Se hacen seis lecturas al año, que son por lo general el número de meses que suele estar encendida la calefacción. Y cada propietario recibirá después su factura individual, que reflejará incluso el consumo de cada radiador de cada estancia de la casa. “Es una información muy completa”, apunta.
Aunque no obliga la ley, otro consejo para ahorrar es que las llaves de cierre sean también nuevas con válvulas que regulen la temperatura
La factura de la adaptación de los radiadores va a la comunidad y se hace una derrama individual extraordinaria abonando cada propietario el coste de los contadores que ha puesto. “Supone una inversión pero se va a ahorrar. Solo con cerrar radiadores que no consumen y tener cuidado, sin renunciar a una calefacción de confort, hay un ahorro del 24% en cada comunidad”, asegura.
Un ahorro que en las circunstancias actuales, con reiteradas subidas de los precios, es crucial. “Se ha triplicado el coste del gasóleo respecto al año pasado”, asegura. “Solemos comprar en verano el combustible para estar preparados para la temporada de calefacción porque baja en esas fechas y luego se va pidiendo conforme se va gastando. En octubre empieza a subir”, indica, aunque hace hincapié en que este ejercicio la cosa está más complicada y augura un invierno complicado para las comunidades.
En la comunidad de Alejandro, de 24 años y en alquiler en un piso en Cuenca capital, ya hicieron los deberes en diciembre pasado y desde entonces reciben la factura con el consumo desglosado por habitaciones. El joven llegó a esta casa a finales de octubre por lo que no ha podido ver la variación en el recibo. Será la propietaria en este caso quien verá si en la relación inversión/ahorro le salen las cuentas.