Llega una de las épocas de mayor actividad para los comercios. Las rebajas de verano este año presentan una doble cara. Por un lado, la campaña resulta poco prometedora para los comercios locales de Cuenca y, por otra, trae consigo un crecimiento de las ventas online en las grandes superficies.
Al mismo tiempo que ha aumentado un 20% la compra online de marcas reconocidas en los últimos meses respecto al año pasado, los comercios de la ciudad sufren una caída de ventas en lo que va de año. Así lo cuentan Daniel Cedenilla, manager de desarrollo de negocios de ID Logistics y Raquel Álvarez, técnico de la Asociación de Comercio de Cuenca. Cedenilla señala un pequeño atraso en la campaña de este año. A pesar de ello asegura que actualmente perciben un aumento de demanda en las webs de las franquicias para las que trabajan a nivel nacional, entre ellas Cortefiel y Springfield.
“Lo que están haciendo los negocios de Cuenca es tratar de compensar las pérdidas que se van a dar”La compañía se encarga del comercio digital y de la logística de distintas empresas a nivel internacional. Tiene presencia en 18 países repartidos por Europa, América, Asia y África.
La sede de Tarancón ID Logistics ha sido testigo hasta la fecha de hoy de un crecimiento del 13% de ventas. “Es un reflejo bastante fidedigno de la actividad que van a tener en las ventas”, destaca Cedenilla. El equipo humano y tecnológico de esta empresa ya está inmerso en este periodo de descuentos, una fase para la que han incorporado refuerzos. La plantilla de esta oficina en la provincia de Cuenca va a aumentar de cara a este periodo. Se incorporan 120 empleados y se añade a los turnos uno nuevo por las noches, que finalizará el próximo 23 de julio.
Asimismo, para absorber el incremento de la demanda, han impulsado una serie de mejoras tecnológicas, entre ellas, una herramienta de analítica predictiva.
“Es una situación realmente delicada y de supervivencia”, motivo por el que “son necesarias las labores de concienciación”En contraposición con esta situación de bonanza, los comercios de la ciudad de Cuenca tratan de impedir, en la medida de lo posible, pérdidas para curbir gastos y cuadrar cuentas. Los negocios locales no tienen capacidad para contratar a personal y tampoco generan beneficios en las rebajas de este año. De hecho, el tejido empresarial conquense ha atrasado unos días más la puesta en marcha de la campaña, en concreto, hasta el 1 de julio. La idea de los pequeños negocios es tratar de prolongar este periodo.
La razón fundamental por la que este periodo no es tan benigno como en años anteriores es por la meteorología. “Esta temperatura, este tiempo tan extraño que hemos tenido, no ha favorecido la venta de prendas de entretiempo y de verano”, explica Raquel Álvarez, técnico de la Asociación de Comercio de Cuenca.
PEQUEÑOS NEGOCIOS
Existen muchas probabilidades de que el volumen de venta de la época estival sea menor que el de las rebajas de invierno. “Hay que esperar a que se resuelva la campaña. En un principio, podría ser”, especifica Álvarez.
No barajan aún previsiones sobre el perjuicio económico en esta campaña para los comercios. “Lo que están haciendo los negocios de Cuenca es tratar de compensar las pérdidas que se van a dar”, detalla.
La nueva libertad de rebaja permite a los establecimientos hacer precios especiales en cualquier momento sin necesidad de estar supeditado a una fecha concreta en el calendario, una medida con la que “siempre” la Asociación de Comercio de Cuenca ha estado en desacuerdo. “A las grandes marcas y franquicias no les supone ningún problema hacer promociones durante todo el año”, explica. Estas, según Raquel, cuentan, por lo general, con más facilidades. Sin embargo, no es tarea fácil poder embarcarse en este tipo de ofertas para los negocios conquenses. Al comercio a pie de calle ello conlleva “un perjuicio importante”. El comercio local es, dentro del presente contexto, el que sufre una serie de consecuencias y el “gran superviviente”.
Las ventas online de las grandes marcas han crecido un 13% en las rebajas según los datos de la oficina de ID Logistics en TarancónLos empresarios locales están envueltos en una situación desalentadora. “Las ventas no son las que corresponden con esta época de daño”, señala Álvarez. “Las tiendas hacen un acopio de prendas con la expectativa de venderlas, pero no se está dando el caso”, explica. Mabel Escutia, responsable de Lencería Doliche, asegura que el pasado año la situación era mejor. “Las expectativas no son muy buenas, la verdad. La campaña ha sido bastante floja”, comenta.
A esto añade el cambio de actitud en los posibles compradores al dejar de existir una fecha de inicio común de las rebajas. “La gente no las espera con tantas ganas como antes”, señala. Esta empresaria cree que la subida de precios actual influye en la cesta de la compra, donde hay menos hueco “para ciertos caprichos”. “Es un punto bastante negativo para nosotras”, expresa. Calcula una caída de beneficios entre el 5% y el 10% hasta la fecha respecto a 2022. “Desde la crisis de 2008 cada vez baja un poco más”, asevera. Prevé ese mismo porcentaje en estas rebajas y asegura que “no cree que suba”.
Los propietarios de los establecimientos tratan de impulsar su actividad con una serie de actuaciones, como, por ejemplo, la Noche Mágica, la propuesta más reciente. “Animaba a los clientes a realizar compras fuera del horario habitual”, cuenta. “Es una situación realmente delicada y de supervivencia”, explica. Este es el motivo por el que “son necesarias las labores de concienciación”, detalla.
Los pequeños comercios de Cuenca atraviesan una campaña compleja con la esperanza de vientos de cambio en los próximos meses.