“Pillé el Covid y estuve una semana ingresado con neumonía. Cuando lo superé, vi que esto iba a durar mucho, asique había que hacer algo para recaudar dinero. Como la única bebida alcohólica que bebo es la cerveza, dije, vamos a hacer una cerveza”. Así comienza la historia que une al ex jugador de baloncesto Asier de la Iglesia con Cuenca, y que le ha llevado a visitar por primera vez la asociación que conciencia contra la esclerosis múltiple en la capital, con la compañía de Avelina Hortelano, presidenta de ADEMCU, Esther Barrios, concejala de Servicios Sociales y varios pacientes de la asociación.
Desde que le diagnosticaron esclerosis múltiple, este guipuzcoano no ha parado de apoyar la investigación para parar esta enfermedad. Lo que antaño lograba mediante charlas y conferencias viajando por todo el territorio nacional para concienciar sobre esta dura enfermedad, ahora toma un nuevo cáliz gracias a un proyecto que surge en la capital conquense. “Salí del hospital y visité muchas fábricas en Euskadi, Asturias… y no encontraba las personas que me llenaran. Visité aquí una fábrica y a los cinco minutos de conocer al jefe, dije este es el sitio donde lo quiero hacer ¡sin probar ni siquiera la cerveza! Poco después todo el mundo me preguntaba que cómo hacía una cerveza en Cuenca siendo de Euskadi”, comenta entre risas Asier.
Y es que la cerveza conquense con fines solidarios, antiguamente conocida como ‘Txispa’, está en plena transformación para su renombramiento y nuevo lanzamiento, del que el propio Asier espera poder anunciar muy pronto.
Todo nace de su propio carácter competitivo, tal y como el mismo reconoce: “Durante los últimos nueve años he hecho muchas cosas y donar unos 300.000 euros por hacer cosas, meterme en berenjenales… pero quería dar un salto de calidad y me dije ‘quiero donar un millón de euros’. Sé que es mucho, pero siempre me pongo un reto grande, no pensando en que no lo vaya a conseguir, pero soy vasco, no sé si será por eso”, declara entre risas Asier, que recalca la bajada de fondos y apoyos a la investigación contra la esclerosis a nivel nacional. “En 2008 se donaron 4,5 millones, en el último año sólo 400.000 euros, de los que yo doné unos 100.000, hay que hacer algo. Siempre digo que no soy deportista, soy competitivo, y en el tema solidario quiero recaudar lo máximo posible”.
Un ímpetu cargado de fuerzas que el propio exjugador de baloncesto reconoce como “una ayuda tanto a las personas de las asociaciones como a mí mismo. Te motiva y egoístamente me gusta. Veo las cosas que he hecho y me alegra tener esclerosis, aunque suene raro”.
De esta forma, Asier y su proyecto conquense estarán muy ligados a la actividad de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Cuenca (ADEMCU), a los que ha prometido poder hacer “algún evento más adelante, cuando el Covid nos deje más libremente y no tengamos que estar contando cuánta gente puede haber, hay que hacerlo decente”.