El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, se muestra decidido a modernizar el centro “histórico y comercial” de la ciudad ofreciendo nuevos alicientes a conquenses y visitantes no solo en calles consideradas céntricas como Carretería y Colón, sino llegando incluso hasta el Recreo Peral y el Recinto de Moneo.
En esta dirección, el primer edil asegura que va encaminado el proyecto de adecuación de las laderas del Júcar y Moscas iniciado el pasado mes de octubre en la zona de Fuente del Oro y el hospital Alameda por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por valor de casi 2 millones de euros para, en el plazo de año y medio, regenerar ambientalmente la zona y reducir el riesgo de inundaciones.
Se trata de un proyecto que, hay que recordar, contempla crear dos kilómetros de nuevos caminos y senderos peatonales junto con nuevos puestos de pesca y vallas de seguridad, y al que se añadirán otra serie de trabajos en la zona financiados por el Consistorio con fondos europeos de la estrategia Edusi que buscan conectar las laderas de estos dos ríos con el centro de la capital conquense con el fin de que la zona deje de estar “de espaldas” a la ciudad.
A ello añade las obras del parking de Astrana Marín, que si siguen el ritmo actual prevé que estén concluidas entre mayo y junio, y la reforma del edificio del mercado, cuyo proyecto, de iniciativa privada y que junto a la modernización del inmueble contempla la reforma de la plaza de España y la construcción de un nuevo aparcamiento, espera que al menos salga a exposición pública antes de las elecciones de mayo.
El primer edil también confía en la demanda que pueda tener la reforma del túnel subterráneo de Calderón de la Barca, que podría estar listo “en unos días”, y en poder iniciar próximamente la del alfar de Pedro Mercedes, en el barrio de San Antón.
Igualmente, existe un proyecto para rehabilitar el edificio Almudí, en las escaleras del Gallo.
