Los barrios de La Paz, Fuente del Oro y Casablanca han recibido con satisfacción, aunque también con cautela, la inversión de 900.000 euros anunciada por el Ayuntamiento de Cuenca para mejorar distintas zonas púbicas de sus calles y solucionar “problemas que no han sido atendidos en 25 años”.
Serían, concretamente, 400.000 euros los que se invertirían en Fuente del Oro mientras que otros 500.000 se repartirían entre La Paz y Casablanca, cantidades que serían costeadas en un 80 por ciento a través de los fondos europeos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi).
Estas actuaciones, que arrancarían en otoño, beneficiarían, según apunta el Consistorio en una nota de prensa, a zonas de uso público que, “por diferentes motivos”, no estarían en manos del Ayuntamiento, sino de los vecinos, al no haber sido recepcionadas por el primero, una situación que sobre todo afecta a zonas de uso público del barrio de Fuente del Oro.
En el caso de este barrio, el el proyecto consistiría en “la rehabilitación de zonas verdes en áreas urbanizadas con problemas de obsolescencia funcional para su conservación y mejora programática”. Beneficiaría, añaden, tanto a “espacios públicos del barrio” como a “otros espacios libres”, el colegio público y “otros ámbitos seleccionados del inventario de zonas verdes”.
Y, aunque se han dado menos datos con respecto a la inversión prevista en La Paz y Casablanca, el proyecto iría igualmente encaminado a recuperar “espacios públicos vecinales, de ocio y esparcimiento”. En esta dirección, en el Consistorio trabajan en la elaboración de un inventario digital de espacios públicos y zonas verdes, catálogo de árboles incluido, se entiende que con la intención de recuperar aquellos que se consideren en estado más deteriorado. En este sentido, se anuncian “concursos de ideas” a través de los que seleccionar aquellos espacios en los que intervenir.
Cautela vecinal
En estos momentos, entre los distintos representantes vecinales existe no obstante un total desconocimiento de las intervenciones concretas que baraja el equipo municipal, que antes de anunciar esta inversión solo se había reunido con el presidente vecinal de La Paz, Faustino Muñoz, y lo hizo apenas unas horas antes de la concentración que los vecinos de este barrio celebraron a principios de mayo para demandar la mejora de sus calles y denunciar “25 años de abandono”.
Faustino Muñoz se muestra así confundido y asegura no entender por qué si, con anterioridad, “nos vendían que arreglar nuestro barrio valía dos millones de euros”, algo para lo que el Ayuntamiento alegaba carecer de presupuesto, “ahora parece que por unos 500.000 euros se pueden arreglar dos barrios”. Así que la conclusión a la que llega es la siguiente: “es todo mentira”.
El deteriorado estado de aceras y de bocas de riego, de las farolas, de las terrazas de tierra, de numerosas escaleras o de parte de la plaza del Romero son solo algunas de las demandas de este barrio de la capital que en su reciente concentración coreó, entre otras peticiones, la siguiente: ‘Estas escaleras rompen las caderas’.
Casablanca
Mari Carmen Checa, de Casablanca, también se muestra muy prudente. “Si es cierto que van a invertir con el Edusi, genial, pero hasta que no vea las excavadoras no me lo voy a creer, porque se dicen muchas cosas y nosotros hemos enviado ya muchos escritos al Ayuntamiento sin que nos hayan contestado a nada, ante lo cual te preguntas qué pintamos las asociaciones de vecinos y se te quitan las ganas de seguir trabajando”.
Hace hincapié en el hecho de que todo en el Ayuntamiento de Cuenca vaya “muy despacio”, y teme que si los trabajos no arrancan en septiembre-octubre, como se prevé en un principio, el proyecto quede paralizado una vez que nos adentremos en campaña electoral.
Advierte de que son muchas las mejoras necesarias en el barrio de Casablanca después de ocho años “sin tocarse nada”, con varias zonas del barrio en condiciones lamentables, de ahí que no tenga claro que con la inversión anunciada, que rondaría los 250.000 euros, se pudiera llevar todo a cabo.
Entre sus prioridades, están las de renovar el pavimento, acerado y calzada, sobre todo de calles como Diego Jiménez, incluida la zona del paso a nivel, San Lucas y Virgen del Sagrario, todas ellas a su entender en un estado “vergonzoso, con unos pozos impresionantes en las alcantarillas” y cruces de peatones “muy peligrosos”, en uno de los cuales ya se habrían caído tres o cuatro personas mayores. “Parece que el Ayuntamiento prefiere pagar indemnizaciones a quien se rompe el brazo antes que arreglar. A veces he pensado en irnos con una carretilla y cemento a arreglar nosotros mismos las calles”.
También es prioritario para los vecinos que se derribe el inmueble ubicado en el número 4 del Paseo de San Antonio una vez que el Ayuntamiento ya ha dado licencia para ello a sus propietarios con fecha de 1 de marzo. “Ya estamos a finales de mayo y el inmueble sigue ahí, con un peligro impresionante pese a que pusieron vallas”, lamenta.
Arreglar la plaza de Santa Ana, con el pavimento levantado, es otra de las prioridades junto a rampas que faciliten el acceso de las personas mayores o con problemas de movilidad en el entorno del colegio o reparar las escaleras de la calle Priego.
Fuente del Oro
Finalmente, Antonio Gómez, de Fuente del Oro, prefiere no opinar hasta no entrevistarse antes con el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, y conocer los pormenores del proyecto, aunque reconoce que “todo lo que sea para mejorar el barrio, por supuesto que es bueno”.
En este sentido, tiene claro que el barrio necesita muchísimas mejoras. Entre las “primordiales” sitúa el arreglo de las escaleras que comunican con la Ronda Oeste, en muy mal estado, algunas incluso con los clavos a la vista.
A ello añade la necesidad de mejorar las aceras, la limpieza de los jardines o la valla que separa la parte alta del barrio de las vías del tren, que no cumple su función al estar deteriorada.
Aunque son muchas más las necesidades de un barrio con más de 30 años de historia, un tiempo durante el que “no se ha hecho prácticamente nada”, con muy pocas excepciones como la reforma, en la pasada legislatura, de la plaza Reina Sofía, quedando entonces además sin intervenir la terraza de la parte de abajo.