La Catedral exhibe ya en todo su esplendor el retablo de Santa María y de Todos los Santos, fechado en el siglo XV y de autor desconocido, tras su restauración por parte de alumnos de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid, un costoso trabajo de ocho meses de duración que ha sido patrocinado por la Fundación Iberdrola.
De estilo gótico-flamenco, el retablo, que debió de tener un alto coste económico para la época y llevaba prácticamente sin sufrir ninguna intervención desde el siglo XVII, cuenta con 16 tallas de madera policromada agrupadas de dos en dos en ocho hornacinas de similar tamaño, además del central, de superiores dimensiones, en el que aparece representada la Virgen coronada con el Niño en brazos.
La capilla en la que está instalada, conocida en los últimos años como del Socorro, recupera de esta manera su nombre original, el de Santa María y de Todos los Santos, al ser el retablo del mismo nombre su pieza más antigua y pasar a ocupar su zona central. En los lados se encuentran, mientras tanto, los retablos de la Virgen del Socorro y de San Antonio de Padua, ambos del siglo XVIII. Bajo el retablo principal hay además un arco del año 1518 en el que durante varios años se guardaron los restos exhumados de quien fuera el segundo obispo de la Diócesis de Cuenca.
Se trata de una capilla que, según ha informado el director de la Catedral, Miguel Ángel Albares, fue fundada en 1486 por el canónigo Gonzalo González de Cañamares, propietario en aquellos años de las Casas Colgadas
El obispo de Cuenca, José María Yanguas, presente en el acto de presentación del retablo, ha subrayado que con este trabajo se recupera “una estupenda joya de original belleza que es un gozo contemplar”, de ahí que se confíe en que resulte un nuevo reclamo para visitar una Catedral “cada vez más conocida”.
El profesor de la escuela encargada de la restauración, Luis Priego, ha detallado que han sido diez los alumnos que han participado en esta tarea, a la que le han dedicado cinco horas diarias durante ocho meses, mientras que la directora,Ruth Viñas, ha destacado que esta labor ha supuesto “un gran placer y un gran reto” para los alumnos al poder realizar “un ejercicio práctico sobre una obra real”.
El director de la Fundación Iberdrola España, Ramón Castresana, ha subrayado por su parte que con su ayuda al proyecto la entidad cumple con su “compromiso social” de ayudar a la sociedad, en este caso en la restauración y puesta en valor del patrimonio cultural.
Ahora, la Catedral ultima que, también a través de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid, se restaure un nuevo retablo, el de San Fabián y San Sebastián, realizado por Diego de Tiedra en el sigloXVI, lo que podría llevar un tiempo superior, de en torno a dos cursos.