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Catedral de Cuenca

La Catedral acomete de forma urgente el arreglo de su cubierta

Esta intervención conlleva una inversión total de unos 200.000 euros, financiada íntegramente con fondos propios
Fotos: Saúl García
17/08/2020 - Miguel A. Ramón

Desde hace algo más de un año a esta parte, el deterioro en las bóvedas interiores de la Catedral de Cuenca, en especial en el entorno del Altar Mayor, se ha hecho más que patente ante la aparición de una serie de humedades, que han ido a más, hasta el punto de llegar a desintegrarse parcialmente algunos sillares, sobre todo en los nervios de las bóvedas de crucería.

Una situación que llevó al Cabildo Catedralicio a tomar las medidas oportunas para analizar y estudiar exhaustivamente esta problemática, lo que supuso la instalación de un andamiaje en la parte lateral del Altar Mayor, en plena girola, que aún se puede contemplar. Algo que permitió determinar, según señala a Las Noticias de Cuenca el director de la Catedral, Miguel Ángel Albares, que el origen de esas humedades no era otro que las filtraciones de agua procedentes, sobre todo, del sistema de canales de evacuación de aguas pluviales y de las terrazas perimetrales.

“Nos dimos cuenta que lo que no estaba funcionando bien era el sistema de canales de drenaje y evacuación de aguas pluviales de los tejados, sobre todo cuando se producían fuertes lluvias, que sacaban a la luz los problemas de filtraciones existentes ante la deficiente impermeabilización del interior de los mismos, lo que estaba provocando que las bóvedas estuvieran absorbiendo demasiada agua de la que la piedra caliza puede soportar”, detalla Albares.

La Catedral acomete de forma urgente el arreglo de su cubierta

TRABAJOS

Al margen de estos condicionantes, indicar que los trabajos de esta primera fase se están centrando, en primer término, en la retirada de los escombros acumulados en el tejado cuando se acometió la rehabilitación integral de la cubierta de la Catedral, hace más de cuarenta años, así como en la colocación de placas asfálticas impermeabilizadas y, sobre ellas, las tejas fijadas con espuma de poliuretano.

La actuación se completará con la total impermeabilización no solo de los canales de evacuación de aguas pluviales, sino también de las terrazas adyacentes. Y es que, tal y como explica el director de la Catedral, “con estas obras se vienen a solventar las carencias de la rehabilitación integral de la cubierta, ejecutada entre los años 70 y 80, en la que se sustituyó la estructura original de madera por otra de hierro, rediseñando los tejados de una a dos aguas y construyendo un sistema perimetral de evacuación de aguas pluviales, que es, precisamente, junto a las terrazas perimetrales, el origen principal de los problemas actuales de humedades en las bóvedas interiores de la Catedral. Rediseño de cubiertas que buscaba la recuperación en su totalidad de los grandes ventanales del templo, tapados en parte por la cubierta original, y con ellos la luz en el interior del templo, lo que supuso el acondicionamiento de las mencionadas terrazas perimetrales, que ahora también son el origen de las filtraciones.

SIGUIENTES ACTUACIONES

La siguiente fase de las obras, cuya ejecución aún está por determinar, pasará, según Albares, por la recuperación y saneamiento de las bóvedas interiores de la Catedral (las más próximas a la girola y ambos lados de la nave central), que están sufriendo las actuales filtraciones. Si bien es tal la envergadura de esta intervención, que, tal y como puntualiza, “será conveniente llevarla a cabo en distintas fases, permitiendo, de esta manera, que no sea necesario el cierre del templo y puedan seguir desarrollándose las visitas turísticas sin contratiempos, a la vez que se desarrollan los trabajos”. Actuación que consistirá en consolidar todas las zonas de la bóveda afectadas por las humedades, llagueando los sillares y reconstruyendo aquellos más deteriorados, sobre todo, en los nervios.

FUTURAS INTERVENCIONES

Cuando se hayan realizado las mencionadas obras, la Catedral tendrá que acometer la revisión completa de las naves laterales, desde el crucero a la entrada al templo, incluyendo la totalidad de la nave central, llevando a cabo el pertinente retejado y limpieza de canalones. Esto, en palabras del director de la Catedral, “no reviste tanta urgencia, porque no existen graves problemas de humedades, pero, sin duda, es necesaria su realización, aunque haya que esperar para ello”.

LAS VISITAS TURÍSTICAS, BÁSICAS PARA LA FINANCIACIÓN

La gestión de las visitas turísticas de la Catedral de Santa María y San Julián es hoy en día básica para el mantenimiento de este emblemático templo de la capital conquense. Y así lo pone de manifiesto su director, Miguel Ángel Albares, quien recuerda que “esta actuación de urgencia de acondicionamiento e impermeabilización de parte de la cubierta de la Catedral está siendo posible gracias a la recaudación procedente de las visitas turísticas, con la que se financiarán los 200.000 euros de inversión necesarios”. Es por ello que, en su opinión, “esto viene a dar respuesta cuando nos preguntamos el porqué se cobra para visitar la Catedral”.

En este sentido, Albares va más allá y recuerda que esta vía de financiacion también permite, además de acometer labores de conservación, el mantenimiento de quince puestos de trabajo directos, así como muchos otros indirectos relacionados con esta gestión turística.

Y es que deja claro que “aquí no estamos para enriquecernos nadie, porque todos estos fondos redundan en la fábrica de la Catedral”, no pudiendo olvidar, tal y como subraya el también capellán mayor de la Catedral, que “con 800 años de antigüedad, siempre surgen nuevos retos que hay que afrontar y constantes problemas que hay que subsanar cuanto antes en la medida de lo posible”.

La Catedral acomete de forma urgente el arreglo de su cubierta