Ha pasado un año desde que Obispado y Ayuntamiento de Cuenca acordaran que el primero cediera la propiedad de la Plaza de Santa Ana al Consistorio y éste, a su vez, procediera a repararla y atender así las largas reivindicaciones de los vecinos del barrio de Casablanca.
Sin embargo, desde entonces el equipo de Gobierno no solo no ha hecho nada sino que además no responde a la Asociación de Vecinos, según denuncia su presidenta Mari Carmen Checa.
Como ya han reiterado en varias ocasiones, la Plaza, que es el corazón del barrio, está intransitable con baldosas levantadas que ya han provocado más de una caída.
Se da la circunstancia de que hay tres residentes invidentes que tienen que cruzarla a diario y para ellos se convierte en una odisea. En casi 20 años este recinto no se ha tocado.
“En las fiestas del año pasado el alcalde Ángel Mariscal se comprometió a arreglarla pero a fecha de hoy no sabemos nada de nada”, lamenta Checa, quien ya ha advertido al equipo de Gobierno en el último escrito enviado el pasado mes de marzo que “estamos dispuestos a movilizarnos si sigue esta desidia”. “Antes decían que era porque era del Obispado y se lavaban las manos unos y otros, pero ahora que ya se ha cedido la propiedad queremos que se tome una determinación o al menos que nos respondan por cortesía”, afirma la portavoz vecinal.
Este mismo miércoles en el Pleno municipal, el concejal de Servicios a la Ciudad, Pedro J. García Hidalgo, respondía a una pregunta de Cs que esta actuación, como tantas otras, requiere de un presupuesto del que no dispone el Consistorio. Excusas que no sirven a los vecinos porque, dicen, "sí hay presupuesto para otras tonterías”.
No obstante, la Plaza no es el único problema para los más de 1.500 vecinos de Casablanca.
Arrastran otras muchas deficiencias desde años “porque no han hecho ni unos ni otros”. Es el caso del pésimo estado de las escaleras que unen la Plaza de Inocencio Rodríguez con la calle Virgen de las Angustias o la falta de una rampa justo al lado que mejore la accesibilidad al colegio.
Asimismo, hay varias calles que necesitan un arreglo “urgente”. “Desde Diego Jiménez podemos ver unos socavones impresionantes, en el cruce de San Lucas el asfalto está levantado, no se nota ningún paso de peatones”.
También, reclaman iluminación LED “porque no se ve nada por la noche”; que se mejore el entorno del centro escolar que presenta escaleras rotas o una placeta con ladrillos en punta; o se repare el “pozo grandísimo” que presenta el Paso a Nivel.
Por otra parte, llevan tiempo avisando del riesgo de desprendimiento de una marquesina de la casa en ruinas que hay en el número 4 del Paseo de San Antonio. “Lleva un mes y medio vallado y nos han asegurado que ya se ha procedido a la declaración en ruina pero los propietarios no han dado ningún paso y nadie se preocupa por el tema”. “Son muchos desperfectos y durante mucho tiempo”, subraya Mari Carmen que reconoce que “nos sentimos impotentes aunque somos conscientes de que están todos los barrios igual”.
En este sentido, concluye que “al final nos van a obligar a todas las asociaciones de vecinos a unirnos y ver qué podemos hacer”.