Casa Maty anima el verano por tercer año consecutivo con una serie de conciertos y actividades culturales que buscan, a parte de difundir la cultura, “ser respetuosas con las personas y con el medio ambiente”. De esta manera, hay programadas un total de 15 actuaciones para agosto y septiembre, la mayor parte conciertos aunque destaca la actuación de títeres argentinos el sábado 12 de agosto u otras actividades para socios como los talleres de música infantiles.
Se podrá disfrutar de música alternativa de diversos géneros, desde el flamenco y la rumba hasta el rock con tintes mediterráneos pasando por el folk, la música de autor y el jazz. Pero todos ellos con algo en común, según explica el portavoz de la asociación, Vicente Molina, “más que a grupos con mucho tirón ya conocidos preferimos traer a gente nueva, que está haciendo cosas muy interesantes pero que de momento no pueden acceder a los medios de difusión más amplia como radios más populares, televisiones o grandes salas”. Estos conciertos son así una manera de conocer a músicos jóvenes nacionales e incluso internacionales, como es el caso del guitarrista australiano de rhytm and blues Derrin Nauendorf o el cantante argentino de folk Manuel Ugarte.
A pesar de tratarse de músicos jóvenes y de que siempre cuesta algo más reunir público para las actuaciones de artistas menos conocidos, las redes sociales están rompiendo barreras y facilitando que ciertos grupos sociales conozcan a estos autores. “Hay un movimiento muy importante por redes, muchas veces traemos a gente que yo no conozco pero luego miro las redes y me sorprende. Son artistas que hacen de todo, se autoeditan y tienen unos seguidores también jóvenes. Está claro que esto es algo generacional, de la gente entre 20 y 30 años, y que es un terreno muy fértil para nuevos estilos y la música de autor” afirma Molina.
ORGANIZAR CONCIERTOS EN CUENCA
El problema para poder conformar un cartel de conciertos fluidos como este suele ser, a parte de cuadrar los horarios y las fechas, el presupuesto para pagar a tantos grupos y artistas ya que en Cuenca no hay grandes públicos ni patrocinadores. “Nosotros, en realidad, no podemos acceder a los cachés de gente como El Kanka o La Jose, lo que pasa es que tenemos una buena red de amigos y les ofrecemos alojamiento y manutención gratuitos”, explica Molina y añade que influye también la buena posición geográfica de la ciudad, que la convierte en una zona de paso para muchos artistas que vienen de Madrid y se dirigen a la costa mediterránea.
La otra clave para conseguir un buen ambiente y fomentar que vengan más grupos es, según el portavoz de Casa Maty, “un público educado que, como financia el concierto, por lo general no está hablando mientras los músicos tocan y eso el artista lo agradece porque a veces vamos a conciertos gratis que no elegimos y lo que hacemos es ir a contarnos el día y dejar la música de fondo. Cuando la gente valora una cosa el ambiente siempre es mejor”, afirma.
