El pasado mes de junio se cumplían seis años de la peatonalización de Carretería, una apuesta del equipo municipal que en el año 2012 presidía el socialista Juan Ávila en sintonía con la tónica predominante en el resto de ciudades españolas y europeas que llegó tras un breve periodo de pruebas y tras 16 años de estudios y debates y que, a falta de recursos económicos para llevarse a cabo de un modo convencional, con nuevo pavimento, consistió en la instalación de módulos de madera de los montes de Cuenca que ampliaban el acerado de la acera de negocios como el Ruiz y habilitaban amplios y confortables espacios para terrazas, además de en instalar mobiliario urbano como maceteros y bancos y, ya dos años después, un parque infantil.
Fue una medida tan aplaudida como criticada. Las críticas se centraban tanto en el perjuicio que la peatonalización causaba a la circulación, incrementando por ejemplo el tráfico en vías próximas como Colón o el parque de San Julián y en otras no tan próximas como la calle del Peso, como en la cuestión estética y de accesibilidad, pues las tablas, además de no dejar de ser “un parche”, al deteriorarse con el paso del tiempo causaron caídas. Y desde el Partido Popular, entonces en la oposición, se hizo correr el rumor de que en ellas habitaban roedores.
PROYECTO RENOVADO
El proyecto fue modificado en lo estético en el verano de 2016 por el actual equipo de Gobierno, presidido ya por Ángel Mariscal. Al no permitir tampoco entonces la situación económica del Ayuntamiento una reforma integral, valorada en 2 millones de euros, se invirtieron en torno a 160.000 euros en retirar las tablas, reasfaltar la calzada, eliminar algunos bordillos y pintar de verde las zonas destinadas a terrazas. Se instalaron asimismo una serie de señales y un adoquinado en el cruce de Carretería con Sánchez Vera y Cardenal Gil de Albornoz con el fin de poder abrir la calle a la circulación lenta de vehículos, medida que no obstante no se ha llegado a aplicar ante la oposición de Ciudadanos.
Mientras que la sociedad sigue dividida sobre si Carretería es mejor con coches o sin coches, sí hay una mayoría que considera que el centro está mejor con el proyecto de Mariscal que con las antiguas tablas. Pero su actual estética tampoco termina convencer. Entre otros motivos, porque no deja de ser un nuevo “parche”, las zonas pintadas de verde hacen más visible la suciedad y aunque las baldosas más deterioradas del antiguo acerado han sido sustituidas, sigue habiendo algunas rotas o muy deterioradas. Además, más allá del reasfaltado de la calzada de Doctor Chirino a través del último plan municipal, sigue sin darse una respuesta estética tanto a esta calle en su conjunto como a Gil de Abornoz y Sánchez Vera, cerradas al tráfico pero ocupadas en su mayor parte por la antigua carretera. En el caso de Doctor Chirino, los bares con terraza están además muy molestos por el paso de los autobuses y taxis, algo que pone en riesgo a sus clientes al no haber ninguna valla de seguridad que las proteja.
De ahí que no pocos vecinos y comerciantes consideren que, seis años después, ya es hora de que Carretería se peatonalice en condiciones. Algo que el propio equipo municipal reconocía que sería necesario llevar a cabo cuando presentó las obras acometidas en 2016, al señalarse entonces que en un plazo de 3-4 años sería necesario darle al centro una solución “definitiva” que incluyera una “reurbanización completa y renovación de los servicios existentes en toda la calle”.
LA CALLE MÁS COMERCIAL
No hay que olvidar, en este sentido, que Carretería es la principal calle comercial de la ciudad, tras el Casco Antiguo la más frecuentada por los turistas.
Comercios consultados por Las Noticias coinciden en este sentido en que, desde que es peatonal, Carretería tiene más afluencia que nunca. Pero lamentan su estado, porque además de “sucia, como toda la ciudad”, creen que debería contar con un nuevo pavimento “como el que tienen las calles peatonales de todas las ciudades”. Advierten, además, de la confusión a la que conducen tanto las señales de tráfico instaladas en 2016 como el hecho de que se mantenga la calzada original. “Muchas personas, sobre todo turistas, se creen que es una vía de paso y se meten aquí con sus coches”, denuncian.
Doce millones para invertir en sostenibilidad
El hecho de que el Ayuntamiento disponga de 12 millones de euros para invertir en la ciudad de aquí a 2022 financiados en un 80 por ciento con fondos europeos para un proyecto, el Dusi, cuyo fin es precisamente promover el desarrollo urbano sostenible, es visto por muchos vecinos y empresarios como una buena oportunidad para acometer, de una vez por todas, una peatonalización del centro en condiciones, pero se desconocen las intenciones del equipo municipal a este respecto.
Por el momento, sí se ha anunciado que se va a destinar parte del dinero del Dusi a crear una aplicación turística para móviles, que se van a invertir 900.000 euros en Casablanca, La Paz y Fuente del Oro, que se van a implantar medidas antifraude y que se va adecentar, con colaboración privada, tanto el mercado municipal como la Plaza de España, aunque el concejal de Urbanismo, Julian Huete, también aseguró hace ya más de un año que uno de los objetivos era revitalizar la zona centro de la ciudad para que este sea un lugar de “comercio, ocio y cultura”, con nuevas zonas peatonales acompañadas de “aparcamientos disuasorios” para que quien quiera o necesite coger el coche “pueda aparcar en ellos e ir andando” al centro. Algo que en principio se conseguirá con el parking de Astrana Marín, aunque el proyecto de reforma del mercado incluye otro más de unas 200 plazas.
En el Grupo Municipal Socialista sí tienen claro, desde el mismo momento en que se autorizaron los fondos del Dusi, que parte de ese dinero debería destinarse a urbanizar Carretería en condiciones. “Pedimos fondos para rehabilitar barrios como Tiradores y La Paz, pero también Carretería, que es una calle que hay que dejar ya de un modo correcto”, apunta la portavoz del grupo, María Jesús Gómez del Moral Martínez.
De hecho, este grupo consideró “una barbaridad” que el Ayuntamiento invirtiera en 2016 cerca de 200.000 euros en retirar las tablas y darle una vuelta a esta céntrica vía “cuando ya teníamos autorizados los fondos del Dusi”, ante lo que a su entender se debería haber “esperado” y planteaer un proyecto más ambicioso. Considera además que, como ocurría con las tablas, la falta de mantenimiento que hay en toda la ciudad ha empeorado considerablemente la imagen de esta calle con respecto a su última reforma.