Carlos Falcó recibe a título póstumo el primer Premio Cultura Gastronómica

El Instituto de Cultura Gastronómica de Castilla La Mancha ha entregado este sábado en la Fundación Antonio Pérez de la capital conquense el Premio Cultura Gastronómica, que en esta primera edición se ha concedido a título póstumo a Carlos Falcó.

Un galardón que surge con el ánimo de mantenerse en el tiempo para reconocer la labor de aquellas personas que “ponen en valor la cultura gastronómica de nuestra región, el buen vivir, esa mezcla perfecta de tradición y vanguardia tal y como hizo el marqués de Griñón a lo largo de su vida”, ha señalado el presidente del Instituto, Antonio Mateos, a Las Noticias de Cuenca.

Su hija, Xandra Falcó ha recogido este premio que supone para la familia “un orgullo enorme porque para él Castilla-La Mancha era su casa y luchó mucho por la excelencia en la región, por este motivo es un placer estar aquí hoy”, ha comentado. Y es que, Carlos Falcó es una figura clave para entender la gastronomía española y el mundo del vino moderno ya que sus estudios en las universidades de Davis y Lovaina le llevaron a especializarse en el vino y el aceite siendo pionero, en Castilla La Mancha, de variedades, tipos de cultivos y riegos.

Al hilo de lo anterior, la presidenta de la Real Academia de Gastronomía Española, Lourdes Plana ha puesto en valor el espíritu emprendedor de Carlos Falcó pues “fue un visionario y un luchador que iba siempre por delante de los demás”.

Por todo esto, “no había una persona más idónea que él para recibir este premio en su primera edición”, ha recalcado Antonio Mateos. Y tampoco un lugar más adecuado teniendo en cuenta la designación de Cuenca como Capital Española de la Gastronomía 2023.

Este acto, al que también han acudido la diputada de Cultura, Fátima García, el concejal de Cultura, Miguel Ángel Valero; y el delegado provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, Ramón Pérez Tornero, ha concluido con la entrega de un retrato del marqués de Griñón a Xandra Falcó, pintura realizada por artista conquense José María Albareda.