Un total de 120 personas consiguieron un contrato de trabajo en 2018 gracias a la gestión de Cáritas, que a través del área de Economía Solidaria pone en contacto a trabajadores y empresas, las cuales confían cada vez más en esta ONG.
La mayor parte de los contratos han sido para mujeres españolas mayores de 45 años y formación básica, y han primado los de empleo doméstico en hogares y residencias, hostelería y construcción.
El número de personas que acudieron a la agencia de colocación de Cáritas fue no obstante muy superior, 819, mientras que hubo otras 144 que se formaron en alguno de sus talleres.
Sucede no obstante que, según advierte Paz Ramírez, “tener trabajo no cubre las necesidades básicas” de las personas, al tratarse en su mayoría de contratos precarios, con pocas horas y salarios reducidos, lo que obliga a Cáritas a “seguir acompañándolas”.