Coincidiendo con el Día Internacional del Voluntariado, Cáritas Diocesana de Cuenca agradece la labor de sus 320 voluntarios, unas personas que, hacen hincapié, “entregan su tiempo, su esfuerzo, su alegría, su esperanza y también sus cansancios a los más empobrecidos. Su entrega a los más vulnerables es incondicional y están siendo luz de esperanza con su solidaridad, gratuidad, fraternidad y compromiso que mejora el mundo en el que están y las personas con las que se encuentran”.
Citando al Papa Francisco, concluyen señalando que “los voluntarios siempre están ahí de forma silenciosa y oculta dando forma y visibilidad a la misericordia”.