A pesar de que el Producto Interior Bruto Español (PIB) lleva tres años creciendo en España por encima del 3 por ciento, la salida de la crisis no ha supuesto prácticamente ninguna mejoría para los más vulnerables, que siguen acudiendo a organizaciones como Cáritas en busca de ayuda para las necesidades más básicas: alimentación, ropa, medicamentos, suministro eléctrico o material escolar.
Un total de 9.952 personas fueron los atendidos el pasado año por esta ONG en Cuenca, 8.150 a través de las Cáritas Parroquiales existentes en la provincia, cifras muy similares a las de los últimos años. Pero aunque el número no aumenta sí lo hace el apoyo que requieren, según se constata en la memoria anual de 2017 presentada este martes.
Entre los necesitados de ayuda priman los hombres y mujeres mayores de 45 años y con muy poca formación, en muchos casos sin la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y “con las puertas cerradas al mercado laboral”, lo que hace que la desigualdad “se enquiste”, en palabras del director de Cáritas, José Martín Valliriáin.
Pero ni siquiera quienes logran acceder a un puesto de trabajo se libran de la exclusión y dejan de necesitar ayudas. Es el caso, por ejemplo, de parte de las 115 personas que el pasado año fueron contratadas por empresas a través del servicio de colocación de Cáritas Diocesana, 90 en servicios de empleo doméstico y las 25 restantes repartidas entre la hostelería y la construcción. “Tener empleo ya no garantiza estar insertado y cubrir las necesidades básicas” al tratarse en muchos casos de empleos por horas y salarios bajos, advierte la responsable de Comunicación, Paz Ramírez.
Además, otros factores que padece la provincia como la despoblación, el envejecimiento y la falta de inversión empresarial están afectando también a estas familias, al haber menos oportunidades para todos.
Pese a ello, Cáritas insiste en su apuesta por la formación, ofreciendo cursos de empleo doméstico, de atención socio sanitaria, de mantenimiento de edificios y de carpintería, en todos los cuales en 2017 participaron cerca de un centenar de personas, aunque se llegó a atender a cerca de 2.000 a través de los distintos servicios de formación y empleo.
Personas sin hogar
Mención aparte merecen los usuarios de los centros de acogida de Cáritas Diocesana para gente sin hogar, cuyas cifras también se mantienen, creciendo no obstante las necesidades de sus usuarios: 625 pasaron el pasado año por el Albergue de Transeúntes, el cual incrementó los servicios prestados hasta los 8.424; 32 por el Centro de Atención Residencial San Julián, al que de cara a 2019 se estudia darle una nueva orientación; doce por los centros Un Nuevo Hogar y Sin Fronteras; y nueve por Puede ser.
A ello hay que añadir el trabajo que desde esta ONG se realiza en atención a las personas mayores, con 95 personas de la capital que se beneficiaron el pasado año del servicio de comidas a domicilio, que realizó 18.265 repartos; los 30 participantes en el programa de envejecimiento activo Edad Encantada; y los 78 usuarios de la residencia de mayores La Cerca de Huete, 67 residentes y once de estancias diurnas.
Otra faceta importante de la labor de Cáritas está centrada en la cooperación internacional, con proyectos en países como Benín, Congo-Brazaville y Perú, donde 16 voluntarios de esta ONG trabajan para garantizar dignidad y derechos a los más vulnerables.
Presupuesto
El presupuesto de Cáritas Diocesana ascendió en 2017 a los 2,4 millones de euros, un dinero similar al manejado en el ejercicio anterior obtenido sobre todo por fuentes privadas (1,3 millones), aunque también públicas (1 millón de euros, cantidad en la que sobresalen los 763.000 que aporta la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha).
En Cáritas destacan asimismo el apoyo los 267 voluntarios que ejercen su labor en favor de los más necesitados; la gran mayoría de ellos, 260, a través de las Cáritas Parroquiales. “Son para nosotros la columna vertebral de Cáritas”.
Y su director tampoco se olvida, y agradece, la “confianza” que Cáritas genera en administraciones públicas y empresas privadas. “Hemos sido siempre una entidad respetada y valorada”.
Finalmente, desde esta ONG hacen un llamamiento a la ciudadanía conquense para que se contribuya en la campaña de ‘Xtantos’ y ‘Doble X’ de la declaración de la Renta con el objetivo de poder mantener proyectos sociales que se desarrollan con cargo a esta partida presupuestaria y animan a la ciudadanía “a vivir de una manera comprometida, a conocer la realidad de las personas más empobrecidas y no mirar hacia otro lado y a participar en proyectos que mejoran día a día la vida de las personas”.
