Maher Khoure es un libanés afincado en Francia que estudia International Management. Javiera Ramírez es de Chile y se dedica, en la universidad, a la Programación y Análisis de Datos. Noza Jalolova es de Uzbekistan y está cursando Humanidades. Ellos son tres de los en torno a 200 universitarios que cada año llegan al campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha dentro del programa Erasmus, una iniciativa puesta en marcha en el año 1987 y que ha favorecido la movilidad de millones de estudiantes.
Los tres llegaron a la ciudad de las Casas Colgadas a finales del mes de enero, y desde entonces están viviendo “la mejor experiencia de su vida”. Así lo destacan los tres jóvenes en declaraciones a Las Noticias de Cuenca desde el campus universitario, donde recientemente se han reunido los más de 70 estudiantes que van a estar este segundo cuatrimestre entre las aulas de las ocho facultades presentes en la ciudad.
Maher Khouri, que ha vivido toda su vida en Arabia Saudí, se fue a vivir a Francia para cursar estudios universitarios. “Tenía claro que quería venir a España de Erasmus” y, aunque no conocía Cuenca, su ubicación y los precios que tiene hizo que se convirtiera en la ciudad elegida.
En estas semanas de estancia internacional, Khoury se está encontrando con gente “muy amable”. Vive en un piso compartido con dos personas españolas, “y son muy generosos, al igual que todo el personal de la Universidad y de la facultad”, alaba.
Pero si hay algo que ve negativo, es que en Francia, después de las clases, los estudiantes sociabilizan entre ellos, cosa que, de momento no se está encontrando aquí. “Si no hablas español, cosa que de momento no ocurre, es difícil conectar con ellos, pero aún así sí que es fácil hacer amigos”, destaca el joven.
Por su parte, Javiera Ramírez tampoco conocía Cuenca cuando solicitó la movilidad internacional, pero decidió venir a la Escuela Politécnica a estudiar Telecomunicaciones y, aunque ve muchas diferencias a la hora de enseñar las materias respecto a Chile, “me está encantando la experiencia”.
Además, ha congeniado “muy bien” tanto con sus compañeros de clase como de Erasmus, por lo que la experiencia de momento marcha sobre ruedas. “Son todos un amor, me encantan mis compañeros, y está siendo todo tan intenso que, aunque no lleve ni un mes, tengo la sensación de que llevo mucho más tiempo”, declara.
Lo mismo le ocurre a Noza Jalolova, que después de viajar desde Uzbekistán hasta Cuenca para estudiar Humanidades el pasado 20 de enero, se muestra “muy a gusto en la ciudad”. Pero también con la carrera, porque en su universidad no tiene la opción de estudiar Historia del Arte, cosa que aquí sí.
“Me está encantado la experiencia, cada día hablo mejor español y el resto de estudiantes Erasmus son muy simpáticos”, celebra Jalolova, quien se está enamorando tanto de Cuenca que ya piensa en mudarse a esta ciudad cuando se jubile. “Me encanta, es muy tranquila”, añade.
Vivir una experiencia Erasmus es como vivir una vida en un año, asegura Alejandro Prieto Ayuso, director académico del Vicerrectorado de Política Internacional y Alianzas Globales del campus de Cuenca. Cada curso académico, son en torno a los 200 los universitarios que llegan al campus de Cuenca. La gran mayoría, unos 140, son estudiantes, mientras que el resto son profesores y personal de Administración y Servicios.
En cuanto a los países de procedencia, en primer lugar, se encuentra México, seguido de Italia, Turquía, Uzbekistán y Taiwán. Bellas Artes es el centro con mayor cantidad de universitarios internacionales, seguido de Educación y Comunicación.
En el otro lado de la balanza, el número de universitarios del campus que deciden hacer las maletas para vivir la experiencia Erasmus es menor. Cada curso suele rondar las 100 movilidades entre estudiantes, profesores y personal de Administración y Servicios. Italia y Portugal son los países preferidos a la hora de salir, aunque Polonia y Francia también está entre los de mayor demanda.
Si bien durante los años de la pandemia se registró un bajón tanto en movilidades entrantes como salientes, con los últimos cursos se ha recuperado el pulso, volviendo a niveles registrados en el curso 2017-2018, cuando eran en torno a los dos centenares el personal universitario que recibía Cuenca. A nivel UCLM, cada curso llegan en torno a 900 Erasmus a los cuatro campus y dos sedes.
Además, la Universidad de Castilla-La Mancha está dentro de la Alianza Europea de Universidades ‘Colours’, una iniciativa impulsada por la Unión Europea e integrada por nueve universidades europeas. “Ahora queremos potenciar esa alianza con las otras ocho universidades para no solo compartir proyectos, sino aumentar la movilidad internacional”, subraya Prieto Ayuso.
