Las vive “con gran intensidad” desde que era pequeño. Su primer recuerdo es de niño, detrás de la barrera y de la mano de su padre; después, ya de zagalillo, se atrevió a correr delante de las vaquillas, las cuales le han dado algún revolcón que otro; posteriormente las ha disfrutado plenamente dentro de varias peñas; y también las ha inmortalizado en imágenes con su particular mirada a través de su cámara. Ahora, asume un nuevo papel en la que es la celebración más popular de la capital conquense: el fotógrafo Julio Palencia Garrote (Cuenca, 1968) firmará el cartel anunciador de las fiestas de San Mateo 2022, un encargo del Ayuntamiento de la ciudad que dice asumir con “gran ilusión” aunque también con “mucha responsabilidad”.
Ya tiene en mente la idea de lo que quiere plasmar en el cartel, en el que se conjugarán fotografía y diseño gráfico. “Ahora a ver cómo lo resuelvo”, ríe Palencia, que espera que su trabajo guste “a la mayoría de la gente porque a todo el mundo es imposible” pero, sobre todo, desea que le agrade a sus amigos.
El suyo será el cartel de unas fiestas de San Mateo más esperadas que nunca tras el parón de dos años debido a la pandemia y que durarán un día más de lo habitual, del 17 al 21 de septiembre. “Hay muchas ganas. Igual que pasó con la Semana Santa”, celebra.
Experiencia captando instantáneas de estas fiestas tiene. De hecho, ganó la segunda edición del Concurso de Fotografía de San Mateo. “El primero quedó desierto”, recuerda, aunque reconoce que sube poco con la cámara a esta celebración porque le gusta disfrutarla de lleno y llega un momento en que el aparato “corre peligro”, bromea.
Fotos de estos festejos igual no tiene en demasía pero anécdotas, de todos los tipos. “Me gusta todo de San Mateo. Desde que se empieza por la mañana hasta que se va el último de la verbena”, sostiene, aunque matiza que conforme va cumpliendo años las vive de una manera menos intensa y admite cierta “nostalgia” si mira al pasado. A aquellos momentos con su primera peña, Los Sekataskas, en la que entró con alrededor de 18 años, o a los más de quince que ha vivido mano a mano junto a su primo Andrés Pardo, ataviado el dúo con sus particulares camisetas: “Mi primo y yo” y “Yo y mi primo”. “Nos lo pasábamos en grande”, rememora. Ahora, desde hace unos seis años, forma parte de la peña El Mandil.
Experiencia en ser cartelista también tiene ya dado que en 2014 fue el autor de la imagen oficial de la Feria y Fiestas de San Julián, que tenía unas pinceladas digitales. “Me falta el de Semana Santa”, deja caer.
"Me gusta todo de San Mateo. Desde por la mañana hasta que se va el último de la verbena"Imágenes de la Semana Santa de Cuenca tampoco le faltan, al igual que de la Feria Taurina de la capital, siendo el fotógrafo de la Plaza de Toros. “Me gusta fotografiar todo”, asegura, aunque admite que tiene debilidad por las instantáneas de naturaleza. Buitres, zorros, la berrea... “Te puedes tirar horas, con frío, y venirte sin nada porque 'los modelos' no aparecen. Es muy desagradecida pero la disfruto mucho”, reafirma.
Una afición por la fotografía que comenzó a fraguarse por azar cuando, con 13 años, se encontró una cámara Werlisa en el campo, en plena Serranía de Cuenca. Le picó la curiosidad y empezó a aprender por su cuenta cómo funcionaba aquel artefacto. “Y poco a poco” fue creciendo su interés. “En Semana Santa compraba dos carretes. No tenía más dinero”, recuerda, reflexionando acerca de cómo ha cambiado esta disciplina en este tiempo: “Antes éramos mejores fotógrafos. Cada disparo se pensaba bien”.
El resultado de todos estos años está en una “pila de discos duros” que guarda el cartelista de San Mateo, que tiene un deseo para la esperada vuelta: “Que guste el cartel, que no llueva esos días y que se disfrute de manera sana, respetando a las vacas y a todo el mundo. Que recordemos bien que ‘sin un sí, es no’, más con lo que está pasando ahora”.