El otro proyecto conquense reconocido por los Premios a la Iniciativa Social del Gobierno regional es Calí, de la Fundación Secretariado Gitano. Un programa pionero en la promoción de la igualdad de oportunidades dirigido a mujeres gitanas con muy baja empleabilidad y en situación de vulnerabilidad. Pero también abierto a todas las personas gitanas víctimas de discriminación, a mujeres víctimas de violencia de género y a la comunidad gitana en general.
Se puso en marcha en marzo de 2016 y está previsto que se desarrolle hasta 2019. En los primeros 12 meses han participado 25 mujeres y en estos momentos se está formando el segundo grupo, según detalla la coordinadora de la Fundación, Marisa Martín.
Los objetivos, dice, son aumentar la inclusión socio-laboral de las mujeres; promover la igualdad de trato; impulsar la igualdad de género; acompañar a las mujeres gitanas que sufren violencia de género; y sensibilizar a la sociedad en general sobre los estereotipos de la comunidad gitana.
Los técnicos del programa, en el caso de Cuenca Tamara Parrilla, se sirven de itinerarios personalizados y también actividades grupales. Así, el Centro Social de Villa Román ha sido el elegido para desarrollar numerosos talleres de todo tipo: sesiones de animación a la lecto-escritura, uso de las Nuevas Tecnologías e Internet, sesiones de cuidado y mejora personal, hábitos saludables, o formación pre-laboral, entre otros.
Martín dice que la respuesta está siendo muy positiva. “Son mujeres que por su situación social apenas salen, si acaso al culto, y Calí está propiciando que salgan de sus casas, que puedan hablar con otras mujeres de temas que les preocupan, tomarsé un café y mejorar su capacidad para empezar la búsqueda de un empleo”.
El siguiente paso que van a dar dentro de este proyecto es hacer salidas culturales. “Queremos que visiten la catedral, que vayan a museos, pasear por el Casco Antiguo. En definitiva, que participen en la vida de la ciudad”. Porque la discriminación, por desgracia, sigue estando ahí.
“Está tan normalizado que muchas veces no saben cuándo se les está discriminando y también les damos las herramientas necesarias para que levanten la voz si existe un caso de discriminación”. Conocer que van a recibir el premio “nos ha dado mucha alegría porque es una gran oportunidad para que se conozca el trabajo de la Fundación y se sepa que la mujer gitana quiere mejorar su vida social, personal y laboral y romper con clichés que no tienen sentido”.