Las primeras impresiones son positivas. “Buenas expectativas”, “mucha ilusión”, “excelente con mayúsculas”, “moderno y luminoso” y “todo un salto” son algunos de los calificativos que responsables de distintos servicios del Virgen de la Luz dirigen al futuro nuevo Hospital Universitario de Cuenca tras haber realizado una primera visita a las obras del complejo, que superan ya el 77% de ejecución.
Responsables de Radiodiagnóstico, Urgencias, Farmacia hospitalaria y los Laboratorios de Análisis Clínicos, de Microbiología y de Hematología han sido los primeros en conocer estas instalaciones, que serán visitadas en los próximos meses por directivos del resto de áreas. La idea es que todos los trabajadores del hospital Virgen de la Luz puedan recorrer este espacio antes de su inauguración y puesta en marcha.
MODIFICACIONES
El objetivo de las visitas de los responsables, que están centradas en sus respectivas áreas, es verificar que se han tenido en cuenta las modificaciones que estos pidieron al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) durante el desarrollo del proyecto y en últimas reuniones, así como plantear otras posibles mejoras.
Para el jefe de servicio de Urgencias del Virgen de la Luz, Félix González, el futuro hospital es “excelente con mayúsculas” y permitirá mejorar la atención a los pacientes de esta área, una media de 57.000 al año. En concreto, considera que su nueva unidad “es más expansiva, con mucha más capacidad de absorción de pacientes y de críticos. Supone más del doble de metros cuadrados que en la actualidad”, cuenta, precisando que se va a pasar de los 760 de ahora a unos 1.600, “lo que implica mejor utilización de los recursos y que los pacientes y sus acompañantes se encuentren mucho más cómodos”.
González destaca que el área de Urgencias, que está atendida por 250 profesionales entre todas las categorías, contará en el nuevo hospital con una sala monitorizada 100% de observación, dos boxes de psiquiatría, –“últimamente los necesitamos”– y más boxes de pediatría –“que también hacen falta”. “Es una gran ventaja”, asegura.
En cuanto a los recursos, el responsable explica que muchos de los componentes del Virgen de la Luz no se van a poder llevar al nuevo hospital por su longevidad. “La inmensa mayoría van a ser nuevos. Eso va a mejorar mucho la calidad de la asistencia y la comodidad del paciente. Ya hemos hecho una lista de consumibles que se pueden trasladar y otros que por su tiempo de uso ya no se van a poder trasladar”, relata.
COMPACTADO
Otro de los aspectos que destaca del nuevo complejo es que “está compactado”. “Hay hospitales nuevos que tienen casi un kilómetro de largo, lo que dificulta el traslado de pacientes. Al estar todo más agrupado, los espacios a recorrer por celadores, acompañantes… son más cortos. Lo que he visto del nuevo centro me ha encantado y tenemos ganas del traslado”, afirma.
Respecto a posibles mejoras, el jefe de servicio explica que ya plantearon sugerencias porque las cosas pueden parecer adecuadas en plano pero luego puede ocurrir que, por ejemplo, una vía para rayos, se solape con otras.
Renovación tecnológicaRENOVACIÓN TECNOLÓGICA
Por su parte, para el jefe de servicio de Radiodiagnóstico, Julián Cortés, el nuevo hospital supondrá “todo un salto” para su área “tanto en tamaño y funcionalidad como por la importante renovación tecnológica que implicará”. “Cuando se evoluciona a un sitio mejor y más grande, hay que aprovecharlo en todos los sentidos. Nuestro servicio será aproximadamente un 50% más amplio que el actual”, celebra.
Este incremento se dejará notar tanto en los espacios en los que se van a instalar los equipos radiológicos como en las salas de espera para los pacientes, resalta el responsable, quien añade que se aprovechará para instalar maquinaria nueva de radiología general, ecógrafos y Telemando. “Los equipos viejos no se van a trasladar. Solo se llevará lo que se ha cambiado en los últimos tiempos en el Virgen de la Luz. Por ejemplo, hace un año y medio se ha renovado un TAC; un mamógrafo hace dos y un densitómetro hace tres”, detalla.
Contar con equipos nuevos, más rápidos, permitirá llevar a cabo más actividad asistencial, lo que, a juicio de este jefe de servicio, deberá ir acompañado de un incremento en el personal del área, que cuenta ahora con alrededor de 80 trabajadores. “Hay que actualizar las plantillas”, señala.
“El objetivo de esta primera visita era confirmar las buenas expectativas que llevábamos tras haber revisado previamente los planos. Pero también ha servido para detectar algún pequeño punto de mejora desde el punto de vista asistencial porque hasta que no ves la obra físicamente, no se ven problemas muchas veces”, explica.
También habla de “grandes expectativas” y de oportunidad “de mejora cualitativa y cuantitativa” la responsable del servicio de Farmacia, Dolores Barreda, quien considera el nuevo hospital un “edificio moderno y luminoso” aunque, no obstante, matiza que todavía es prematuro “valorar su funcionalidad”.
AUTOMATIZACIÓN
Con todo, alude a “mucha ilusión por conseguir un servicio de Farmacia del siglo XXI, en el que la automatización de las funciones ligadas a la logística del medicamento: recepción, conservación, dispensación y robotización en la elaboración de fórmulas individualizadas, sea una realidad”.
El servicio se encarga de dispensar medicamentos a los pacientes ingresados, a los externos –unos 2.500 al año, entre los que se encuentran los enfermos de VIH– y a los ambulantes –con tratamientos individualizados como, por ejemplo, los que acuden al hospital de día onco-hematológico–, siendo el número creciente en los dos últimos tipos de pacientes. Para la responsable, las futuras instalaciones ofrecerán espacios accesibles, confortables y seguros a estas personas. “Confiamos en que el nuevo hospital responda a las expectativas de los profesionales y de los pacientes”, concluye.
Un nuevo helipuerto más funcional para los pacientes más críticosEl nuevo Hospital Universitario de Cuenca va a disponer de un moderno helipuerto que ha sido fabricado a medida para el centro. Para el jefe de Urgencias, Félix González, esta superficie permitirá acortar tiempos de respuesta y mejorar la atención a los pacientes que son trasladados en helicóptero dado que este se posará directamente sobre el edificio de emergencias, bajándose después al enfermo a la unidad de críticos por medio de un gran ascensor. “Será una comodidad para todos”, celebra.
“En la actualidad, el helicóptero llega a una helisuperficie que está a unos 500 metros del hospital. Esto conlleva un traslado en UVI móvil de un paciente que puede estar grave hasta la puerta de Urgencias y desde allí hasta críticos. Esto mejorará mucho el rendimiento”, subraya.
Más grande que el actual, el nuevo hospital contará con más de 114.000 metros cuadrados construidos, de los que 74.800 serán de uso hospitalario, distribuidos en cuatro grandes bloques: quirúrgico, hospitalización, consultas y servicios generales. Contará con casi el doble de camas, pasándose de las 363 en habitaciones dobles de ahora a 502, el 75% de ellas en habitaciones de uso individual.