“Cómo agua de mayo”. Así es como han recibido los hosteleros conquenses el levantamiento de las restricciones por la covid, después de que el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado este jueves aprobara el decreto con las nuevas medidas que ya están en vigor.
Señalan que la vuelta a la “nueva normalidad” supondrá un empujón a la recuperación de un sector que se ha visto muy castigado durante la pandemia. Y es que consideran que la aplicación de las nuevas medidas que, entre otras cosas eliminan la restricción de aforo y permiten consumo en barra supondrá un aumento en las ventas que, según las primeras estimaciones oscilarían entre un 10 y un 30 por ciento más, dependiendo de los locales.
En cuanto a las medidas, Castilla-La Mancha ha vuelto la “situación pre-Covid” salvo por el uso de mascarilla que se mantiene según lo establecido por ley, en espacios cerrados y cuando no se puede guardar distancia de seguridad en exteriores.
Además, otra medida que se mantiene es la prohibición de la venta de alcohol entre las 22:00 y las 8:00 horas del día siguiente, excepto en los establecimientos de hostelería y aquellos que lo tienen permitido.
En la hostelería, se permite el consumo en barra y ya no existe restricción de aforo ni del número de comensales por mesa, y en los establecimientos de ocio se permitirá bailar; todo ello en los horarios que estén fijados en las ordenanzas municipales.
La actividad formativa no reglada se podrá impartir de manera presencial al completo; al igual que las escuelas de música, danza o deportivas. También las bibliotecas abren totalmente al público y recuperan los servicios ordinarios de préstamo y uso de medios tecnológicos.
Las visitas a monumentos, parques arqueológicos y entidades culturales son también presenciales con reserva previa.
Los cines, teatros y auditorios eliminan las restricciones de aforo y abren con localidades preasignadas; al igual que las plazas de toros; y además se permiten encierros en las calles y festejos taurinos.
Se pueden celebrar congresos y también se recupera la actividad deportiva con vestuarios y ducha; y los eventos deportivos se celebran con público sin restricción de aforo pero siempre sentado.
El transporte público vuelve a funcionar como antes de la pandemia, pero sigue prohibida la ingesta de bebida y comida.
Con estas medidas, resaltaba el consejero de Sanidad, “nos acercamos a una manera de relacionarnos cercana a la normalidad”, aunque apelaba a que los ciudadanos mantengan la responsabilidad que hasta ahora han demostrado durante la pandemia y en la vacunación.
En ese sentido, animaba a quienes aún no se han vacunado de la covid-19 a que lo hagan, porque según ha resaltado: “es lo que nos ha permitido volver a esta normalidad”.
Para vacunarse se dan todas las facilidades y, además de en los centros de salud, se puede acudir a los puestos móviles instalados en los campus universitarios, donde este miércoles se vacunaron 142 personas entre Cuenca y Toledo. En Castilla-La Mancha, un 74 % de su población total ya tiene la pauta completa y, si se tiene en cuenta la población vacunable, el porcentaje alcanza al 81,4 %.
El consejero aprovechaba para felicitar por su responsabilidad a los jóvenes de 12 a 19 años, puesto que el 70 % ya tiene la pauta completa y el 84 % una dosis, lo que está ayudando mucho a empezar el curso con absoluta normalidad y a permitir la presencialidad.
Fernández Sanz agradecía a los castellano-manchegos su responsabilidad tanto individual como colectiva al vacunarse, porque es lo que ha llevado a doblegar la curva de contagios.
Recordaba que, tras decaer el estado de alarma, la región ha ido adoptando medidas para combatir la expansión del coronavirus dependiendo de la situación epidemiológica, y ahora, con una tendencia sostenida y descendente, es hora de eliminar restricciones, teniendo en cuenta asimismo, y sobre todo, el descenso de la presión hospitalaria.
En Castilla-La Mancha hay ahora 106 enfermos de covid hospitalizados, 31 de ellos en la UCI.
La incidencia acumulada a 14 días es de 83 casos por cada 100.000 habitantes, y 26 casos a siete días; con un índice de contagio muy por debajo de 1; mientras que hace un mes la incidencia acumulada era de 360 y 137 casos respectivamente. Todo ello ha hecho posible la eliminación de prácticamente todas las restricciones.
Los ciudadanos también ven como un avance la relajación de las restricciones porque "hay que ir dando pasos pequeños para recuperar la normalidad". Si bien, hay quien todavía estima que es necesario esperar más para adoptarlas y ven la propuesta como "precipitada". Con todo, apelan a la responsabilidad ciudadana “ahora más que nunca".