Las previsiones no daban lluvia para la noche inaugural de las Ferias y Fiestas de San Julián. Poco faltó para que el Auditorio se convirtiera en escenario improvisado pero parecía que el patrón había echado una mano y todo comenzó de forma brillante en su lugar habitual.
Cerca de un millar de conquenses se congregaron en esta céntrica zona verde de la ciudad augurando el buen ambiente que se prolongará a buen seguro hasta el próximo 26 de agosto. Comenzaba el acto con la música del Grupo de Cámara ‘Ensemble Tercer Milenio’ y después el blanco de los vestidos de las damas, con la ilusión en sus caras, llenaba el escenario durante su coronación.
Después llegó el turno de la entrega de premios ‘Ciudad de Cuenca’ con momentos especialmente emotivos, como el que protagonizó Paulina Valiente, de 96 años y asidua al Centro de San Pedro, que fue sorprendida por sus hijos, nietos, bisnietos y hasta tataranietos. Recibió una gran ovación del público. También la entrega del diploma de Hijo Adoptivo de Cuenca a Fidel Cardete.
El acto, conducido por el periodista Alberto Val, y en el que no faltaron las autoridades locales y provinciales, seguía su curso hasta que comenzó el esperado pregón de Almudena Serrano, la directora del Archivo Histórico Provincial. Eran las diez de la noche. Apenas cuando llevaba cinco minutos de alocución, llegaron las inesperadas gotas que descargaron poco tiempo, pero el suficiente para tener que suspender el acto.
En pocos minutos el recinto quedaba vacío y en el aire resonaba la última frase que pudo pronunciar la pregonera de manera precipitada: “Cuenca, la princesa del Júcar”. El agua, no le dejó continuar con un pregón que seguro hubiera encandilado por lo bien contado y documentado. Ni siquiera el alcalde, Ángel Mariscal, pudo pronunciar sus palabras para dar el pistoletazo de salida a las fiestas.
PREMIADOS
Antes de esto, agradecimiento a raudales en la entrega de los premios ‘Ciudad de Cuenca’, unos galardones con los que se reconoce públicamente a los conquenses que han destacado por su aportación al conocimiento humano o por ayudar al desarrollo de la ciudad en diferentes áreas. Los seis premiados de este 2018 son: María Luz Rokiski en la categoría de ‘Patrimonio’; en la de ‘Deportes’ la Unión Balompédica Conquense y el Liberbank Cuenca, que recogían Luis San Juan junto al socio más antiguo de la Balompédica, Jaime Pinar, e Isidoro Gómez Cavero, respectivamente; Miguel Romero recibió el premio ‘Cultura y Desarrollo’, Heliodoro Pérez Ferrer y Paulina Valiente Racionero el premio ‘Solidaridad e Igualdad’, Cristóbal Soler el de ‘Artes’ y José Vicente Ávila fue condecorado en la categoría de ‘Promoción de Cuenca y Comunicación’.
Muy aplaudida fue Paulina, que a sus 96 años se subió al escenario acompañada por su hija y dedicó un entrañable saludo a todos los presentes. Con ella, varias generaciones de su familia: nietos, bisnietos y un tataranieto. Todos ellos mostraron su orgullo por estos reconocimientos y por ser embajadores de Cuenca, en sus diferentes facetas.
José Vicente Ávila, se lo dedicaba a su familia y lo compartía con los equipos conquenses también premiados “por las muchas crónicas que de ellos he escrito durante mi carrera”.
Por su parte, el historiador Miguel Romero mostraba su gratitud “porque alguien que lleva tantos años en la gestión cultural nunca espera estos premios, lo hace porque le gusta”. Añadía además que “muchas gracias por el orgullo que supone ser conquense y vivir por y para Cuenca”.
Los presidentes de la Balompédica Conquense y el Liberbank Cuenca prometían estar a la altura en la nueva temporada y llevar muy alto el nombre de Cuenca. Por su parte, María Luz Rokiski, que ha trabajado durante años en el arte de Cuenca y sigue haciéndolo, dijo sentirse muy feliz y dio las gracias en especial al alcalde y la corporación municipal.
El presidente de la Unión Democrática de Pensionistas, Heliodoro Pérez, recogía el galardón en nombre de sus 20.000 socios, mientras que Cristóbal Soler hacía extensivo el premio a todos los que le han apoyado y ayudado para que la Semana de Música Religiosa “siga siendo una de las mejores de Europa”.
Asimismo, se entregó a la familia de Fidel Cardete el título de Hijo Adoptivo de la ciudad a título póstumo. Cardete fue director de la Biblioteca Pública ‘Fermín Caballero’ entre 1947 y 1984. Sus hijos destacaron que aunque era de Zafrilla, siempre se sintió conquense “y siempre trabajó por Cuenca”.
