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Escuela de Verano de Cuenca

El ‘boom’ de la Escuela de Verano

Más de 340 niños y niñas de 3 a 12 años se han inscrito en este recurso puesto en marcha por el Ayuntamiento que este año se desarrolla en el CEIP San Fernando y CEIP Casablanca
Fotos: Saúl García
18/07/2022 - Paula Montero

El final del periodo escolar sumado a la necesidad de las familias de conciliar vida laboral y familiar a través de actividades que mantengan entretenidos a los más pequeños de la casa, son algunas de las razones por las que cada año más padres y madres de Cuenca se animan a inscribir a sus hijos en la Escuela de Verano. 

Un recurso abierto a menores de 3 a 12 años que este verano se desarrolla en el CEIP ‘Casablanca’ y en el CEIP ‘San Fernando’ de la capital conquense porque “cada año rotamos para ir variando la localización y, aunque normalmente se hace uso de tres colegios, hemos tenido que reducido a dos porque muchos de los centros educativos de la ciudad se encuentran en obras”, explica el concejal de Educación, Vicente Martínez.  

La iniciativa, puesta en marcha por la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Cuenca, ha ganado popularidad en la capital conquense año tras año y es que, en este verano de 2022 casi podríamos hablar de que se ha producido un ‘boom’ de participación. 

En concreto, son más de 340 los niños y niñas inscritos, un 20,58 por ciento más que en 2021, cuando se apuntaron 270 menores en total. 

Por tanto, las cifras avalan la buena acogida de la propuesta que, a pesar de competir con una amplia oferta de campus deportivos, campamentos y actividades de carácter privado, ha conseguido batir récords y situarse como una de las más demandadas en la capital conquense no solo por la calidad sino porque su precio es, además, asequible para todos los bolsillos. “Los padres y madres esperan pacientemente hasta que sale la convocatoria, aunque hay algunos que a partir del mes de febrero comienzan a llamar por teléfono para interesarse por la programación”, comenta Tania Lafuente, directora de la Escuela de Verano y gerente del Centro de Estudios Ortega y Gasset de la capital, adjudicatario de este proyecto.

Además, con ellos colabora Acuaprende, la Asociación de Damilias, Dislexia y Dificultades del Aprendizaje de Cuenca que trabaja con aquellos participantes con capacidades diferentes porque entre los objetivos de la Escuela de Verano está promover la inclusión.

ACTIVIDADES 

Una programación que en esta ocasión potencia las actividades al aire libre porque “no debemos olvidar que el coronavirus existe y sigue en la calle todavía”, recalca Lafuente. Por ello, desde la dirección han apostado por aumentar el número de salidas al parque y las jornadas de baño en las piscinas municipales de la ciudad e, incluso, han programado visitas al Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha y al de Paleontología. 

Además, el equipo de monitoras ha optado por dividir a los menores en grupos de edad para que sea más fácil llevar una organización y mantener la distancia de seguridad en espacios interiores. 

En este sentido, las trabajadoras han preparado numerosas actividades para tratar diferentes temáticas en el aula. “Los niños y niñas van a trabajar a lo largo de las semanas conceptos como el deporte, los dinosaurios y el fomento de la lectura”, asegura Cristina Recio, coordinadora de las monitoras. 

EN PRIMERA PERSONA

Así, además de estar entretenidos durante las mañanas, los más pequeños socializan y se divierten al tiempo que aprenden y hacen amigos nuevos. Este es el caso de Beatriz, una niña de seis años que participa por primera vez en la Escuela de Verano y ha conseguido “hacer amiguitos nuevos y no echar de menos a mis compañeros del colegio Ramón y Cajal, aunque hay algunos que también vienen”, explica. 

Entre las actividades más divertidas para Bea están “los juegos en el parque y en el recreo”, aunque sospecha que “los días de piscina me van a gustar mucho, aunque todavía no hemos ido”, dice. 

En la misma línea, su hermano Pablo de 10 años confiesa haber hecho “amigos nuevos porque no me he encontrado con nadie de mi colegio”, aunque lo que más le ha gustado hasta ahora es que “podemos jugar al fútbol todas las mañanas en el parque”, apostilla. 

Misma experiencia comparten Lucía y María, dos hermanas alumnas del CEIP ‘Isaac Albéniz’ a las que les han encantado “los juegos del recreo”, tal y como han comentado a Las Noticias de Cuenca. 

Con todo, las impresiones de los pequeños, que son los verdaderos protagonistas de la iniciativa, son más que positivas lo que anima al Ayuntamiento a confiar en el buen hacer del equipo de Tania Lafuente para el desarrollo de la Escuela de Verano año tras año. 

Por último, “creemos que las familias conquenses ven la experiencia como algo bueno porque quedan satisfechos y la gran mayoría apuesta por repetir cuando lo prueban”, concluye Vicente Martínez, concejal de Educación.  

Foto: Saúl García