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Biblioteca Solidaria: la lectura que hace las esperas más amenas

Este proyecto oferta sus libros en cuarenta puntos estratégicos como el hospital o los centros de salud
Biblioteca Solidaria:  la lectura que hace las esperas más amenas
04/08/2018 - G. D.

Para leer no es necesario acudir a una librería, sino que también están las bibliotecas, que prestan por un tiempo a sus usuarios tanto clásicos como buena parte de las novedades literarias nacionales e internacionales.

Y existe un original programa, conocido como Biblioteca Solidaria y ligado a la biblioteca pública Fermín Caballero, que el próximo año cumplirá sus primeros diez años de existencia y que oferta libros en distintos puntos de la capital conquense como el hospital y los cuatro centros de salud, el Centro Base de Bienestar Social, Cáritas Diocesana, algunos centros de mayores o el Conservatorio de Música.

Se trata, en este caso, de lecturas orientadas a los usuarios de cada centro, entre las que priman textos que se puedan leer durante un breve periodo de tiempo, por ejemplo unos minutos en el caso de las salas de espera de Atención Primaria o novelas cortas en el del albergue de transeúntes que gestiona Cáritas Diocesana, cuyos usuarios pasan en sus instalaciones una media de tres/cuatro días.

“Se trata de ofrecer distintas lecturas para que la gente pueda aliviar la espera por ejemplo en un centro de salud leyendo un libro, una alternativa que entendemos que es preferible a la ahora mismo más extendida que es coger el móvil y aislarse”, apunta David Martínez, impulsor de Biblioteca Solidaria.

Entre los libros que mejor funcionan están las enciclopedias y otros textos de divulgación del conocimiento sobre cuestiones como la naturaleza, los animales, el bricolaje, la lengua o el cuerpo humano, que permiten que al usuario le de tiempo a leer al menos alguna de sus entradas.

Pero también ofrecen mucho relato breve y mucha poesía, e incluso mucho cómic en el caso del citado albergue de transeúntes.

“Lo que no podemos pretender es que se lean novelas de 500 páginas”, admite Martínez, aunque también existe la posibilidad de que si alguien se queda enganchado al libro se lo pueda llevar unos días a su casa y devolverlo pasado un tiempo.

más de 30.000 referencias

Existen, calcula Martínez, en torno a 30.000 libros entre donaciones y adquisición propia a editoriales distribuidos tanto por la cuarentena de puntos de lectura ubicados en Cuenca capital como en el conjunto de la región, donde este proyecto se ha extendido principalmente a hospitales y centros de salud a través de la colaboración del Sescam.

CAZADORES DE LIBROS

Y en ocasiones algunos de estos libros se dejan intencionadamente en determinados lugares públicos a la vista de cualquier persona como el banco de un parque o la entrada a un edificio dentro de un proyecto de Biblioteca Solidaria denominado ‘Cazadores de libros’. Para ello, sobre el paradero de los textos se dan pistas a través de Facebook. “El objetivo es que quien encuentre el libro lo lea y posteriormente lo vuelva a liberar en un espacio público, estableciéndose una cadena de lectores” que en ocasiones se animan a donar alguno de sus propios libros al proyecto.