El Ayuntamiento de Cuenca está preparando el protocolo de actuación para hacer efectiva la vuelta del mercadillo “lo antes posible” adoptando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de comerciantes y compradores frente a la Covid-19, según han confirmado fuentes municipales.
Dos de las cuestiones que deben determinarse por el Consistorio son la distancia que tiene que haber entre los puestos que se instalan en el rastro, que se celebraba los martes junto al parque de Santa Ana, y la manera en que puede llevarse a cabo el control de aforo para garantizar la seguridad.
El Consistorio también trabaja para determinar los puestos que podrían estar desde un principio y cuáles no en función de la movilidad puesto que hay comerciantes que son de otros municipios e incluso de otras provincias.
La venta en mercadillos se permite desde la fase uno de la desescalada, que comenzará el 11 de mayo, aunque son los respectivos ayuntamientos los que deberán determinar cuándo se retoman y todo parece apuntar que el rastro conquense no se celebrará todavía la semana próxima.
El lunes 11 pasarán de fase aquellos territorios que cumplan con los parámetros determinados por el Ministerio de Sanidad en cuestiones como la capacidad asistencial y criterios epidemiológicos, El consejero del área en Castilla-La Mancha, Fernández Sanz, ha asegurado que la región está preparada para hacerlo aunque la última palabra la tendrá el Gobierno central.
Las distintas concejalías del Ayuntamiento están trabajando esta semana a contrarreloj para concretar las medidas que deberán aplicarse en los diferentes ámbitos para enfrentar la fase uno de la desescalada.