El equipo de Gobierno de Mariscal no quiere terminar la legislatura sin realizar una propuesta de liquidación del contrato que el Ayuntamiento de la capital mantiene desde otoño de 2012 con la empresa adjudicataria del servicio de autobuses urbanos, Líneas Urbanas de Cuenca (LUC).
Esta información ha sido difundida por el concejal de Servicio a la Ciudadanía, Pedro J. García Hidalgo, durante el pleno municipal celebrado este miércoles en el Ayuntamiento.
Según el concejal del PP, existe un “problema con la documentación de LUC”, aunque no ha dado más detalles al respecto salvo que los técnicos están elaborando un informe que será llevado próximamente a la Junta Local de Gobierno. De ser aprobado, la empresa podrá presentar alegaciones.
García Hidalgo ha respondido así a una pregunta del Grupo Municipal Socialista en la que esta formación se interesaba por la deuda que el Consistorio mantiene con esta empresa, a lo que García Hidalgo no ha contestado.
Lo cierto es que, desde el primer momento en el gobierno, el Grupo Popular ha criticado el contrato que la anterior corporación, del PSOE, firmó con la empresa LUC, al entender que limitaba sobremanera el gasto del servicio e imposibilitaba mejorar las frecuencias.
De hecho, lo que se ha hecho durante esta legislatura, en la primavera de 2016, ha sido recortar su paso por zonas de la ciudad como las calles San Cosme y San Damián de Fuente del Oro, Ángeles Gasset en Villa Román o la residencia Las Hoces.
En este sentido, el Ayuntamiento pactó con la empresa abonarle por el coste del servicio 472.000 euros anuales con el fin de poder contar con “el mejor servicio que nos podemos permitir”, según se dijo en 2012, aunque el elevado coste del servicio, con líneas con mucho kilometraje como la del AVE, ha hecho que la empresa no haya cumplido con algunas reformas que también recogía aquel contrato, priorizando mantener en lo posible las líneas y los recorridos.
Se trataba de un contrato firmado para un periodo de diez años cuya cuantía no es posible incrementar por ley salvo en torno a un 10 por ciento.
Hace unos meses, García Hidalgo reconocía que Cuenca necesita “otro servicio” de autobuses, pero consideraba que esto es algo que “debieran haberlo pensado quienes planificaron y aprobaron el actual contrato”.
“Ojalá todos los problemas los resolvamos en estos cuatro años, pero todo no va a ser posible”, ha dicho el alcalde, Ángel Mariscal.
