La capital conquense contará con un nuevo contenedor, el marrón, donde deberán depositarse los residuos orgánicos de origen animal y vegetal que se generan en el hogar, a partir del año 2020.
Es una de las novedades a las que se compromete la nueva adjudicataria del servicio de limpieza, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que esta mañana ha firmado el contrato con el Ayuntamiento para gestionar la limpieza de la ciudad a partir del próximo 1 de junio y durante los próximos diez años por un canon total de 36 millones de euros.
Se trata, ha apuntado el jefe de Producción de la delegación centro de FCC, Juan Manuel de Santiago, de un contenedor que propiciará una recogida selectiva más completa en origen de acorde a las exigencias de la Unión Europea, la cual no obstante estará supeditada a la construcción de un nuevo vertedero con planta de compostaje en la que se puedan tratar por separado los residuos orgánicos, algo ahora mismo inexistente en la provincia.
Su instalación se llevará a cabo, además, de forma progresiva, ya que implicará que los conquenses tengan que disponer de un nuevo cubo de basura en sus hogares y distribuir los desperdicios de una forma mucho más pormenorizada, lo que en principio obligará a emprender campañas informativas y a un importante cambio de hábitos.
Este tipo de contenedores están instalados todavía en muy pocas ciudades españolas, principalmente de la zona norte, aunque en 2017 también se instalaron en Madrid, y su puesta en marcha convertirá a Cuenca, según el alcalde, Ángel Mariscal, en una ciudad pionera en este tipo de reciclaje.
Contenedores de quita y pon
A este nuevo contenedor hay que añadir la instalación de una serie de contenedores de quita y pon en las calles peatonales, como Carretería, lo que permitirá que durante las principales horas del día no haya ni contenedores ni basuras en la vía pública, algo que beneficiará a la estética de la ciudad aunque obligará a los vecinos de estas vías a mantener sus bolsas de residuos en casa hasta en torno a las ocho de la tarde, hora antes de la cual en la actualidad en realidad no está permitido depositar residuos orgánicos en los contenedores según una ordenanza que no obstante no todos cumplen.
También, la nueva empresa se compromete a reabrir los contenedores soterrados de la Plaza Mayor y Obispo Valero, clausurados desde 2014 por razones de seguridad, para lo que será necesario fabricar unas instalaciones totalmente nuevas: de las actuales solo se aprovecharán los agujeros. Y a estos se añadirán otros dos contenedores soterrados en vías todavía por determinar, aunque dos de las que se encuentran en estudio son Cervantes y Ramón y Cajal. El resto de los contenedores serán asimismo renovados, el 20 por ciento el primer año y después a un ritmo del 10 por ciento por año
Carretería y otras vías peatonales dispondrán de contenedores de quita y pon, lo que mejorará la estética de la ciudadNuevos vehículos
Asimismo, a lo largo de los diez años de gestión de la limpieza se renovarán todos los vehículos, en torno a cuarenta, a razón de una inversión de 3,3 millones de euros por año. Se tratará además de vehículos, según asegura el alcalde, de última tecnología, más eficientes, eléctricos, menos contaminantes y más silenciosos. El alcalde destaca especialmente dos nuevos caminos de baldeo, una de las grandes necesidades que tiene la ciudad. La empresa anuncia que habrá baldeos tanto manuales como mecánicos y mixtos.
A ello hay que añadir la renovación de todas las papeleras, un total de 750, que se sustituirán por un modelo denominado Goya. Se creará además un servicio de gestión integral de papeleras para reponerlas en caso de robo tras la reciente desaparición de varias de estas infraestructuras.
Otra de las novedades es la ampliación del horario del punto limpio, que también pasa a manos de la empresa adjudicataria de la limpieza, y de la puesta en marcha de un servicio de punto limpio móvil que se acercará a las siete pedanías, así como de otro de recogida a domicilio de objetos voluminosos para personas con discapacidad.
Asimismo, se repararán las más de 200 bocas de riego existentes en la ciudad, lo que permitirá mejorar la eficiencia de los baldeos y la toma de agua en caso de incendio, y se creará una App móvil para que los ciudadanos puedan notificar las incidencias que observen.
También cambia el modelo de distribución de la limpieza, que pasará a llevarse a cabo por niveles, un total de cinco, teniendo prioridad el Casco Antiguo y la zona centro, especialmente aquellas vías con mayor densidad de población como Carretería, Cervantes, Parque de San Julián Diego Jiménez, Avenida de Castilla-La Mancha, Paseo de San Antonio o Avenida Reyes Católicos.
Además, aunque los parques y jardines quedan fuera de este contrato, la empresa sí se encargará de las zonas verdes de zonas pavimentadas, como por ejemplo las de Princesa Zaida.
La plantilla, que será suboragada por FCC, estará formada por 89 personas, en torno a una decena más que hasta ahora, con la previsión de que se refuerce en campañas específicas y de crear una bolsa de horas para imprevistos que pueda haber como nevadas o trombas de agua.
Gracias a la gestión de cuatro servicios de limpieza por parte de una única empresa, en FCC están convencidos de que se van a poder “establecer sinergias” y que una “única dirección” contribuirá a mejorar la organización del servicio.