El Ayuntamiento de Cuenca incumple su propia ordenanza municipal de protección de los espacios públicos y la convivencia ciudadana, vigente desde el año 2009, al anunciar diversos eventos organizados por esta administración en lugares que no están “expresamente habilitados al efecto”, como se exige en el apartado primero del artículo 19 de la citada ordenanza.
Aunque es verdad que en la ordenanza no queda claro qué tipo de espacios se consideran habilitados para la instalación de carteles publicitarios, existe una ordenanza anterior, del año 2004, reguladora de la protección del espacio urbano y de instalaciones publicitarias, en la que se dice que entre los soportes publicitarios o lugares susceptibles de exhibir publicidad se encuentran las vallas publicitarias, paneles publicitarios, lonas perforadas, monopostes, mobiliario multiservicio o marquesinas de bus, todos los cuales deben tener un “diseño de composición estética adecuada a la zona”, además de contar con la debida licencia municipal.
Dentro de este tipo de soportes se encuentran las grandes vallas publicitarias que existen sobre todo en la Ronda Oeste o pequeños tablones como el ubicado en uno de los laterales del mercado municipal, el primero de pago y el segundo gratuito.
Pero lo que es más que discutible que sea legal es la invasión publicitaria que se ha producido en los últimos días en zonas de la ciudad como Carretería. A destacar la proliferación de anuncios en dos comercios que llevan tiempo cerrados al público en la calle José Cobo y la de diversos carteles en fachadas de Carretería, principalmente en distintas columnas ubicadas entre comercio y comercio. Junto a uno de los carteles en que se anuncian los conciertos de San Julián se lee claramente. ‘Prohibido fijar carteles. Responsable la empresa anunciadora’. Una práctica muy distinta a la de aquellos comercios que deciden exhibir en sus escaparates determinada publicidad y lo hacen de un modo estético.
“Se necesitará autorización expresa del Ayuntamiento, además de la del titular del bien afectado, cuando el cartel o la pancarta se instale en un bien privado si vuela sobre el espacio público”, se dice en el segundo apartado del artículo 19 de la ordenanza de convivencia.
Incluso en el caso de que esta práctica contara con licencia municipal, tal cúmulo de carteles y folletos da una imagen pésima y caótica del centro.
CONSISTORIO Y DIPUTACIÓN
Entre la publicidad que se ha visto estos días en estas zonas hay varios carteles de la XI Semana de la Tapa, que este año organiza por primera vez el Ayuntamiento. Y la ya señalada de los conciertos de la Feria y Fiestas de San Julián, que promueve el Consistorio aunque estén gestionados por una empresa privada, o del musical ‘The Hole 2’ que acogerá en esas mismas fechas el Teatro-Auditorio, dependiente de la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca.
Y otra administración, la Diputación Provincial, también utiliza indiscriminadamente estas fachadas, en su caso para promocionar el programa Cuenca Empleo Joven.
La responsabilidad por llevar a cabo esta publicidad no correspondería además a los “autores materiales del hecho”, es decir, a quienes la hayan colocado, sino al “anunciante o personas físicas o jurídicas que promuevan la contratación o difusión del mensaje”, que “responderán directa y solidariamente de las infracciones”, en estos casos Ayuntamiento y Diputación.
Este tipo de acciones vienen tipificadas en la ordenanza como “infracción leve”, lo que puede conllevar multas de entre 120 y 750 euros, aunque la sanción ascendería hasta los 1.500 euros en el caso de que se considerara que la publicidad se encuentra situada en lugares “destinados a prestar servicios específicos a la ciudadanía”, como bien podría ser una zona tan comercial como es Carretería.
