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El Ayuntamiento baja a 30 días su tiempo de respuesta al Defensor del Pueblo

Durante 2018, el Consistorio conquense tardó 230,38 días en contestar a los requerimientos de información solicitada
El Ayuntamiento baja a 30 días su tiempo de respuesta al Defensor del Pueblo
Imagen del Ayuntamiento de Cuenca. Foto: Saúl García
25/10/2019 - Dolo Cambronero

En los últimos doce meses (desde el 14 de octubre de 2018 hasta ese mismo día de este año), el Ayuntamiento de Cuenca ha tardado una media de 30,61 días en contestar a las solicitudes de información que les ha requerido el Defensor del Pueblo. Este dato mejora considerablemente el del ejercicio 2018, en el que el tiempo medio de respuesta del Consistorio alcanzó los 230,38 días, según informa la entidad en su página web.

En el apartado de transparencia, el Defensor del Pueblo, que se encarga de defender los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos mediante la supervisión de las actividades que desarrollan las administraciones públicas, incluye los datos de tiempo de respuesta de los gobiernos locales desde 2015. Desde entonces, los indicadores se han mantenido siempre en niveles altos: de los 252,78 días de ese año se pasa a 301 en 2016, bajando durante 2017 a 230,38.

Cuenca es la capital de la región con un mejor resultado al tener el menor tiempo de respuesta

POR ENCIMA DE LA MEDIA NACIONAL

Los tiempos de respuesta del Ayuntamiento de Cuenca a lo largo de estos últimos años estaban muy por encima de la media del conjunto de la administración local del país, que en los últimos doce meses se sitúa en 56,65 días.

En el conjunto nacional, el peor indicador se registró en el año 2016, cuando se tardó unas 104,54 jornadas en contestar al Defensor del Pueblo desde la Administración local, aún así por debajo del dato del Consistorio conquense en ese ejercicio.

Según la serie, en 2015, la media fue de 95,14 días, mientras que en 2017 se bajó hasta los 88,29, reduciéndose todavía más en el ejercicio 2018, cuando el promedio descendió hasta los 64,68 días.

Desde el Defensor del Pueblo explican que la solicitud de información desde esta entidad a las administraciones se puede iniciar bien para dar respuesta a las quejas y reclamaciones de los ciudadanos ante una posible desatención de los poderes públicos, aunque en otros casos se actúa de oficio.

En comparación con los ayuntamientos de las otras capitales de Castilla-La Mancha, el Consistorio conquense registra el mejor dato, por debajo de los tiempos medios de respuesta de Albacete (50,76 días en los últimos doce meses), Toledo (57,35), Guadalajara (59,82) y Ciudad Real (73,23).

De todas formas, desde el Defensor del Pueblo matizan que es difícil hacer un análisis de los tiempos de respuesta teniendo en cuenta solo el dato numérico dado que, dependiendo del asunto de que se trate, corre más prisa o menos contestar.

Las administraciones no tienen la obligación de cumplir las recomendaciones del Defensor del Pueblo pero sí deben responder y colaborar con esta entidad, remitiéndole toda la información que les sea solicitada.

Cuando las administraciones no responden en un tiempo razonable (que depende del asunto en cuestión), desde el Defensor del Pueblo pueden llegar a mandar hasta tres requerimientos reclamándoles la información. Si aún así tampoco contestan, pasan a ser consideradas como entidades “entorpecedoras”.

Según la página web del Defensor, en la provincia de Cuenca se contabiliza solo una entidad de estas características: el Ayuntamiento de Priego, que acumula 636 días de demora en su respuesta en un asunto relacionado con las tarjetas y placas de estacionamiento de personas con movilidad reducida en la localidad.

En los casos más extremos, el Defensor del Pueblo puede llegar incluso a poner en conocimiento del Ministerio Fiscal la actitud no colaboradora de determinada administración.

El tiempo que debe transcurrir para que el Defensor mande el primer requerimiento volviendo a solicitar la información depende de la urgencia del asunto. En temas de inmigración, el plazo es menor que lo sería, por ejemplo, en cuestiones urbanísticas.