El concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Cuenca, Adrián Martínez, anunció durante el pleno celebrado este jueves que el equipo municipal revisará el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que el anterior equipo municipal dejó terminado, pero sin presentar ni tramitar, y que el objetivo es que sea “consensuado por los técnicos municipales” ya que, según desveló, el de la pasada legislatura no contó con el visto bueno del técnico que lo dirigió.
Martínez, que hizo estas declaraciones durante el debate de una moción de Cuenca en Marcha! en la que esta formación pedía tanto la revisión del PMUS como de las zonas de estacionamiento de la ciudad, también adelantó que estudia poner unas nuevas siglas al plan, que pasaría a llamarse PMUSA con el fin de añadir la accesibilidad a sus propósitos fundamentales. Y consideró que el plan debe ser “guía y herramienta transversal para tomar decisiones” en materia de movilidad en coordinación, por ejemplo, con el Plan de Ordenación Urbana (POM) que se está elaborando.
Del mismo modo, como pedía Cuenca en Marcha!, Martínez se mostró dispuesto a abrir el plan a “la participación de los ciudadanos” con el fin de que sus opiniones “sean tenidas en cuenta por los técnicos”.
"Hay que avanzar hacia el protagonismo del peatón: no hay retorno"La participación de 2015
En este sentido, hay que recordar que el anterior equipo municipal impulsó la participación ciudadana con la organización de un encuentro para recabar sus demandas con fecha de 24 de octubre de 2015 en el que participaron asociaciones de vecinos y empresariales, ecologistas, arquitectos y representantes políticos. Sin embargo, las conclusiones del encuentro apenas fueron tenidas en cuenta por los principales objetivos que se marcó el PMUS elaborado con el PP en el gobierno.
En concreto, la ciudadanía abogó por recuperar la calle como “red peatonal y ciudadana” con aceras más anchas, buena iluminación, arbolado y renovación de fachadas, pero nada se dijo de la reordenación del tráfico, la construcción de aparcamientos en el centro o la vuelta atrás en la peatonalización de Carretería. Sin embargo, la primera medida incluida en el plan elaborado por los técnicos del PMUS fue construir el aparcamiento de la calle Astrana Marín, y a esta le seguían otras muy similares, como la construcción de aparcamientos de superficie en el estadio de La Fuensanta y otro en los terrenos de ADIF junto a la reordenación del tráfico y los aparcamientos en las calles Sánchez Vera y Princesa Zaida.
Además, frente a la demanda ciudadana de más calles peatonales el equipo municipal intentó reabrir al tráfico Carretería permitiendo el acceso lento de coches por el cruce con Sánchez Vera, algo que si no se materializó fue porque Ciudadanos amenazó con romper su pacto de investidura.
La diferencia entre las demandas ciudadanas y lo aprobado en el PMUS fue subrayada durante el pleno por el portavoz de Cuenca nos Une en el Consistorio, Dámaso Matarranz, en la pasada legislatura director técnico municipal. “En aquel encuentro se habló de mejorar el ambiente urbano y de recuperar la calle ensanchando aceras, con rutas de senderismo, autobuses lanzadera al Casco Antiguo, la recuperación de espacios culturales y la mejora estética de la ciudad: no se decía nada de aparcamientos”.
“El plan no fue participativo cuando su primer punto ha sido la construcción del parking de Astrana Marín”, añadía María Ángeles García, que, de cara a ese nuevo proyecto, pide que se estudien, además de la regulación de las zonas de aparcamiento en superficie, tanto las gratuitas como las de zona azul, naranja y verde, medidas para reducir la contaminación y dar preferencia al peatón sobre los vehículos.
Extensión de la ORA
En esta dirección, Matarranz aludió a la posibilidad de que, “como apuntan los estudios”, se ponga zona ORA en toda la ciudad con el fin de que “todo el mundo aparque en su barrio y no se mueva el coche, un mecanismo disuasorio que favorece la sostenibilidad ambiental”. Porque, para este concejal del equipo de gobierno, “no hay camino de retorno y hay que avanzar hacia el protagonismo del peatón y los autobuses”, promoviendo además los desplazamientos en bicicleta y el cuidado del entorno urbano. “No vamos a prohibir el coche, pero sí valorar vivir en una ciudad sana, ser sanos, vivir en un medio digno y renovado”.