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Alquiler vivienda

Aumentan las listas de espera de trabajadores y familias en busca de vivienda de alquiler

Los propietarios prefieren arrendar pisos por habitaciones a estudiantes para lograr una mayor rentabilidad. Los precios se han incrementado entre un 30 y 40% en los últimos años
Aumentan las listas de espera de trabajadores y familias en busca de vivienda de alquiler
Begoña Belmar enseña uno de los pisos que tiene en alquiler Dúplex Inmobiliaria. Foto: Lola Pineda
22/08/2024 - Paula Montero

Alquilar una vivienda en Cuenca es difícil, pero aún lo es más para las familias y los trabajadores. Los propietarios prefieren alquilar a estudiantes porque, a pesar de que estarán en la vivienda únicamente durante los diez meses que dura el curso, la rentabilidad es mucho mayor teniendo en cuenta que, en la mayoría de casos, pagan por habitación y no por la vivienda completa.

“Ahora mismo las habitaciones más baratas no se alquilan por menos de 250 euros y eso supone que por un piso de 4 habitaciones el propietario recibe 1.000 euros. Sin embargo, a una familia no le pueden pedir ese dinero porque eso significa que prácticamente un sueldo lo dedican a la vivienda ya que al precio de base hay que sumarle los gastos de suministros y servicios como pueden ser la luz, el agua o el gas”, explica Begoña Belmar, propietaria de Dúplex Inmobiliaria. 

Además, los arrendadores tienen cierta reticencia a alquilar a familias porque, en caso de que haya impagos, es difícil echarles si tienen hijos menores. “Tenemos clientes que antes alquilaban a padres con hijos y ahora prefieren universitarios”, reconoce Belmar. 

José Antonio Gómez, gerente de la Inmobiliaria Gómez Utiel, cree que es “muy difícil” que una familia pueda alquilar una vivienda en Cuenca. “Los propietarios son muy selectivos, ya no por los ingresos sino por el perfil de la gente, por la confianza que les de”, dice.

Además, considera que, para algunas personas, especialmente para la gente joven, es prácticamente imposible adquirir una vivienda en propiedad. “Los precios han subido mucho y para comprar un piso de 100.000 euros es necesario pagar al banco un 20% y casi nadie tiene esos 30.000 euros. Al final es la pescadilla que se muerde la cola, no pueden comprar ni alquilar”, reconoce.

 

El problema es, según José Antonio Gómez, que las viviendas se alquilan y se venden a pesar de los precios elevados. “Si el propietario tuviera que estar seis meses esperando al final acabaría bajándolo, pero como se alquilan de hoy para mañana ponen el precio que ellos quieren”. 

Sin embargo, este año los estudiantes lo tienen más fácil para encontrar dónde vivir durante el curso. Un punto a favor es que sean el perfil de inquilino más codiciado, pero también es cierto que este año se han liberado muchas viviendas que han vuelto a entrar en las carteras de las inmobiliarias. “

Hemos notado que desde 2019 cuando se desató la pandemia de la Covid-19 los universitarios tenían miedo de cambiarse de piso, preferían quedarse donde estaban y no arriesgar”, señala Begoña Belmar. Eso sí, el precio se ha multiplicado en los años hasta el punto de que viviendas que se alquilaban por 450 euros ahora están por mínimo 600 euros. “Los precios han aumentado entre un 30 y 40 por ciento”, apostilla.

 

VIVIENDAS DE USO TURÍSTICO

Una de las cuestiones que ha motivado el incremento de precios en las viviendas de alquiler es el aumento de viviendas turísticas. “La burbuja del turismo se ha desinflado un poco y las menos atractivas ya no reciben tanta gente como antes. Por eso, los dueños comparan qué les compensa más y si al final le van a sacar más o menos el mismo rendimiento prefieren alquilarlas de continuo a estudiantes”, cuenta Gómez. Ya no solo porque los beneficios vayan a ser los mismos sino porque dejan de tener que llevar el mantenimiento y la limpieza o pagar los gastos de suministros.