Atención Primaria para velar por el bienestar de los pacientes diabéticos

El 14 de noviembre nacía Sir Frederick Banting, quien, junto a Carles Best, descubrió la insulina en 1922. Desde 2006, esa fecha se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que puede afectar a todos los aspectos de la vida de una persona, y a menudo tiene un impacto negativo en su bienestar.

Si hay una cuestión que hay que tener clara es que el apoyo al bienestar de la persona debe priorizarse en los cuidados de la diabetes, tal y como enfatiza la Federación Internacional de Diabetes. Por eso, para celebrar este 2024 el Día Mundial, se ha escogido como lema ‘Para una mejor vida con diabetes, miremos más allá de la glucemia’. 

En la provincia de Cuenca la estimación que se hace es que haya entre 25.000 y 30.000 pacientes diabéticos, todo ello teniendo en cuenta que la incidencia en España es el 14,8%. “La población de Cuenca es bastante envejecida y sobre todo la diabetes tipo 2, que es el 90% de los casos, está íntimamente relacionada con el envejecimiento”, sostiene Dulce Calderón, jefe de Endocrinología y Nutrición de la Gerencia de Atención Integrada de Cuenca.

 Estos datos significan que la diabetes es una de las patologías más prevalentes que hay en la sociedad, y por lo tanto, si tenemos que ser equitativos y ser justos, requiere de unos recursos del sistema público de salud para satisfacer las necesidades. Y es que, la diabetes es una condición que acompaña a la persona 24 horas al día 7 días a la semana, y requiere abordar otros temas como la salud mental, la ansiedad, el miedo, las complicaciones relacionadas con la enfermedad y cuestiones que van más allá del control de la glucemia. 

CLAVES PARA EL BIENESTAR

La doctora Calderón expone como una de las claves para el bienestar de la persona con diabetes la educación diabetológica. Este proceso “lleva tiempo”, y ahí es importante que desde el sistema de salud se les de las herramientas necesarias para que puedan manejar la afección, ya que el 95% del tiempo va a ser de la persona. Por eso, cuando tiene la suficiente formación de qué hacer en cada momento, “eso le va a dar una tranquilidad y un saber manejarse que va a mejorar, de forma indiscutible, su calidad de vida”, asegura.

De ahí que el delegado de Sanidad en la provincia de Cuenca, José María Pastor, destaque la “excelente formación” que tienen los profesionales de atención primaria en la materia. “Es la puerta de entrada al sistema sanitario, y ahí es donde tenemos que volcar esfuerzos para afrontar una patología que con el paso de los años va siendo más común”.

Dunia Taboada es médico en el centro de salud de Valverde de Júcar, y explica que es aquí donde hacen una atención integral al paciente diabético: dieta, ejercicio, educación, controles de otros factores de riesgo, podológicos…. “Es una enfermedad que va avanzando y el paciente no se entera, porque no duele, y como médicos de familia formamos parte de la atención integral que además redunda en el bienestar de las personas”, destaca la doctora. 

La contribución que hace la atención primaria al bienestar del paciente, subraya Taboada, abarca numerosos ámbitos como las analíticas para el control glucémico, recetar la medicación que necesiten, insulinizar, o colaborar en aspectos oftalmológicos y podológicos porque, por ejemplo, el pie diabético es una patología crónica que incluye muchísimos costes una vez que se genera la úlcera.

“es una enfermedad crónica que va a acompañar a nuestros pacientes a lo largo de su vida, y nuestra misión es estar a su lado siempre, y darle las herramientas necesarias para empoderarlos y tengan la enfermedad bajo control”, destaca Pilar Ortega Fernández, enfermera en el centro de salud Cuenca II. 

Y por todo ello, la tarea que siempre se lleva a cabo desde la atención primaria con los diabéticos se centra en “formar a los pacientes en la diabetes para promover y motivar las actividades positivas para que tengan un ritmo de vida saludable”, subraya la directora de Continuidad Asistencial y Calidad de la Gerencia del Área Integrada de Cuenca, Begoña Fernández. “El mayor bienestar que podemos conseguir es que los pacientes no lleguen a ser diabéticos”, enfatiza, por lo que la labor de los equipos de atención primaria en esta tarea es “fundamental”.