ASPADEC: una gran familia que sigue superando barreras
Son una gran familia que quiere mostrarse al conjunto de la ciudadanía. Con este objetivo, la Asociación para la atención a personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias de la provincia de Cuenca (Aspadec) celebra cada año sus jornadas de puertas abiertas en las que, a través de una semana cargada de actividades, abren la puerta de su casa los más de 130 usuarios de toda la región que residen en sus instalaciones de El Terminillo, en la capital conquense.
Se han cumplido ya más de cuatro décadas desde que en 1980 un grupo de familias fundó esta entidad para suplir la necesidad de recursos para sus hijos e hijas con discapacidad y hoy esta asociación es todo un referente en la promoción de la inclusión de este colectivo.
Más de 40 años rompiendo barreras y eliminando estigmas, al tiempo que han logrado tejer una red de recursos entre los que destacan un centro ocupacional con un centenar de plazas, uno residencial para una treintena de usuarios y otro de Día para mayores de 45 años.
Además, fuera de sus instalaciones en El Terminillo, Aspadec gestiona varias viviendas tuteladas donde sus usuarios cuentan con el apoyo de educadores y monitores.
Pero no solo pone a disposición de personas con discapacidad opciones de vivienda, también impulsa su inclusión laboral y les brinda apoyo para entrar en el mercado. De ahí que su granja-escuela se abra como un espacio para el desarrollo profesional y social.
Es solo un ejemplo de la importancia de esta entidad en la ciudad de Cuenca en la que el ocio de sus usuarios es también un factor relevante. De ahí que haya querido cerrar con música este viernes su semana de puertas abiertas, contando con la actuación de los grupos conquenses The Little Band y Dolly Rose.
Una jornada que ha contado también con representación institucional como la delegada de la Junta en Cuenca, Mª Ángeles López; la delegada provincial de Bienestar Social, Susana Zomeño; o el concejal de Educación del Ayuntamiento de la capital, Víctor Fernández, entre otros.
En los días previos, visitas a su granja-escuela; talleres de cocina, cerámica, pintura o huerto; hinchables para los más pequeños; chocolatadas; o la entrega de su medalla de oro al periodista de CMM y presentador del programa Héroes Anónimos, Julián Cano; han permitido al conjunto de la ciudadanía conocer un poquito más a esta maravillosa familia.
