Más moderno y funcional, con importantes novedades tecnológicas, espacios sencillos que hagan sentir al visitante en un lugar acogedor, y con informaciones claras y precisas. Así será, a grandes rasgos, el renovado Museo de la Semana Santa de Cuenca.
Las obras de remodelación, que afectan principalmente a la planta baja, comenzaron la semana pasada y están financiadas por el Gobierno regional.
El Museo será una de las sedes que acogerán la exposición ‘Vía Mística’ con obra del neoyorquino Bill Viola ,que estará en la capital del 18 de octubre al 24 de febrero. Una muestra sensorial donde la espiritualidad y el misticismo de la Semana de Pasión conquense serán el hilo conductor. Una especie de Vía Crucis que se extenderá además por las antiguas iglesias de San Miguel, San Andrés, Las Angélicas y el Museo de Arte Abstracto Español, convirtiendo así al Casco Antiguo de Cuenca en un marco expositivo en el que la arquitectura, el paisaje y la propia orografía de la ciudad serán parte de la experiencia del visitante.
El proyecto corre a cargo de la empresa Eulen Art y tiene por objeto adecuar este centro museístico a los nuevos usos, así como afrontar un rediseño espacial de las salas y redistribuir los contenidos, aunando estética y utilidad. Como señala la directora técnica de Eulen Art, Felicia Galindo, “con este proyecto se le da al Museo un giro más adecuado a los nuevos tiempos”.
Entre las principales novedades se encuentra la creación de una sala audiovisual inmersiva que se ubicará, dadas sus dimensiones, en la sala principal de la planta baja, que actualmente sirve de distribuidor del recorrido del Museo y las salas temporales. Será un espacio multiproyección con tres pantallas, una frontal de seis metros y medio y dos laterales, que envolverán al espectador en imágenes que muestran la esencia de la Semana Santa conquense, con una visión de 180 grados. Como explica Galindo, “se trata de que el visitante se impregne de ese espíritu y le entre el gusanillo de volver a Cuenca en su Semana de Pasión”. La historia de esta tradición y sus procesiones acapararán todo el protagonismo del vídeo, especialmente Las Turbas, que pondrán el broche final.
Esta actuación obliga a trasladar los contenidos del centro de interpretación y el Cristo de Marfil a un espacio al que se podrá acceder sin necesidad de atravesar este novedoso audiovisual. En concreto, se moverán a la antigua sala de proyecciones, quedando así incluidos en el recorrido del Museo junto a la sala inmersiva.
Remarcar la importancia del citado Cristo del siglo XVI, la pieza más valiosa del Museo, es otro de los objetivos del proyecto.
En esta ubicación contará con una nueva vitrina diseñada a medida con acceso total a la pieza desde su parte posterior, lo que permitirá retirarlo más fácilmente para salir en procesión o cuando sea necesario.
Asimismo, se mejora su iluminación. “Vamos a evitar el efecto espejo y los reflejos que se producían hasta ahora y que se pueda contemplar esta magnífica obra mucho mejor”, ha recalcado la directora artística. Junto a la talla, irán los cuatro interactivos que existen en la actualidad con gradas encastradas.
Otra de las actuaciones destacables consistirá en diferenciar el recorrido de acceso a la parte de pago y el acceso a las salas temporales, que es gratuito.
En el caso de la exposición permanente, al ser un área de paso obligado, se integrará con el resto, eliminando todos los elementos actuales y dotando este lugar con una imagen de referencia en uno de los muros. En cuanto al acceso a las salas temporales, se realizará por las escalinatas que hay frente al acceso general sin necesidad de pasar por el mostrador de recepción. Se potenciará la señalización de los dos recorridos y se remarcará la entrada al Museo mediante una potente gráfica en el fondo de la recepción.
Por otra parte, habrá un rediseño del hall de entrada, para organizar los recorridos y usos, reduciendo los estímulos visuales y creando un espacio más limpio y organizado. También la tienda se someterá a ‘un lavado de cara’ con nuevo mobiliario, y una distribución en forma de pasillo que obligará a todo el que visite el Museo a pasar por ella.
Desde el punto de vista estético, se apostará por espacios sencillos, con colores claros y maderas en muebles y paredes. El resultado se podrá ver muy pronto, según ha adelantado Felicia Galindo, ya que las obras van muy avanzadas y estarán terminadas en un par de semanas. Aunque la imagen corporativa del Museo se respeta “se le hace un lavado con un proyecto museográfico más estructurado y una tecnología que lo convierten en un espacio totalmente distinto”.
De forma paralela a esta actuación, este miércoles ha empezado el montaje de la obra de Viola en San Andrés. Después de San Mateo se iniciará en el resto de sedes, confirman desde Eulen Art, quienes apuntan que se está haciendo mucha construcción en taller para agilizar la instalación.
Galindo asegura que ‘Vía Mística’ va a sorprender y, como ya ocurrió con ‘La Poética de la Libertad’, “será una buena aproximación a la Cuenca de su época más gloriosa cuando el Museo de Arte Abstracto la situó como un referente mundial del arte contemporáneo”.