El cambio de hora se viene realizando en España desde 1974, aunque en otras épocas anteriores a 1940 también se había realizado ese retraso o adelanto del horario. Fue en la madrugada del domingo 14 de abril del citado 1974 cuando se llevó a cabo ese primer cambio debido en parte a la crisis del petróleo, retrasando la hora a mediados de abril y en el último domingo de septiembre se adelantaba, si bien el cambio real fue de dos horas para adaptarnos a otros horarios europeos. En 1996 se atrasó el cambio horario al mes de octubre, como ahora, aunque el de este año 2018 puede ser el último.
En ese año de 1974 el cambio horario era novedad y en “Diario de Cuenca” realicé una encuesta publicada en tres días consecutivos, con preguntas sobre cuál era su opinión, si se habían adaptado y qué podía ocurrir en invierno, ya que no estaba anunciado entonces el retraso horario. Así opinaban los conquenses de diversas edades, entre trabajadores, estudiantes y empleados:
Antonio Martínez Palomino: “Es una medida acertada y oportuna; hay que sacrificarse poco para adaptarse al nuevo horario. El horario seguirá marcando inexorablemente las horas de nuestro trabajo y de nuestro descanso”.
Luis Algara Moreno: “Con este cambio en primavera se nota menos por tener más horas de luz; cuando se notará el cambio será en el invierno que a las ocho de la mañana aún es bastante de noche”.
Tere Moreno: “Cuando cambié la horas de las once a las doce enseguida me adapté; ahora a las ocho de la tarde hace sol, pero cuando llegue el invierno será al revés. Creo que el cambio lo han hecho para ahorrar energía”.
Amadeo Vicente: “A mí no me va el cambio horario porque trastorna la actividad diaria. En verano saldremos de trabajar a las siete y media de la tarde, que serán las cinco y media”.
Donatila Toledano: “No se debería haber cambiado la hora, sino los horarios de trabajo. Creo que en invierno habrá que cambiar de nuevo la hora, porque si no las madrugadas serán con luz eléctrica”.
Cristino Abad Bonilla: “Me ha parecido un acierto. De cara al tiempo de primavera-verano, disfrutaremos de más luz solar. En invierno puede ser un hándicap si no la retrasan”.
Luis M. Solano Oropesa: “No me ha afectado el cambio, aunque tenemos más luz. Creo que en invierno deberían cambiarlo de nuevo”.
Jesús Leal Briz; “Cuando el Gobierno ha adoptado esta medida ha sido para aprovechar más la luz solar y así las restricciones energéticas son menos. Ahora nos acostamos antes y madrugamos más. En invierno habrá que cambiar, aunque estos problemas que atraviesa el mundo tendrán una solución tarde o temprano”.
Federico Ruipérez Pérez: “A mí el cambio me parece extraordinario, ya que como honre del campo me gusta madrugar y procuro trasnochar menos. Si se trata de un interés nacional de ahorrar energía, en invierno debería seguir como ahora. De todos modos, el pueblo español es más trasnochador que madrugador”.
Fortunato Martínez Patiño: “Me parece que ha sido un acierto espléndido porque va a tener un efecto considerable en el ahorro de la energía. Hará que se fomente la vida familiar para hacer deporte o pasear en el atardecer. Sin meterme a profeta mi impresión es que volveremos al horario normal en el otoño”.
Benito García Navarro: “Veo normal el cambio porque favorece la entrada y salida del trabajo. Pienso que en el invierno lo cambiarán, porque si no, lo que se gana ahora en energía se perdería luego”.
José Martínez Benita: “El cambio está bien, aunque a casi todos nos coge de sorpresa, pues yo soy más trasnochador que madrugador. Supongo que en otoño lo cambiarán, porque si no, cuando vayas a trabajar a las siete de la mañana son las seis y no se ve nada”.
EL DÍA MÁS LARGO DELAÑO
Completamos este apunte sobre el cambio horario que se inició en 1974, con unos ripios de Antonio Hernández Pérez (HP), publicados en “Diario de Cuenca” el 24 de septiembre de 1977 (*) en su sección diaria “Cuenca y sus chismes diversos / puestos en solfa con versos”, con el título “El día más largo del año”:
HOY, otra vez los trajines,
latas y líos afines
que presenta el calendario
cuando se cambia el horario
en los trenes y en los cines…
EL comercio, los mercados,
van a ser hoy alterados
en sus horas de vigencia,
en fin, tengamos paciencia
hasta estar acostumbrados.
CAMBIAN –son cosas sabidas—
los tiempos de las comidas,