El arreglo de la iglesia de San Miguel comenzará antes de final de año

Después de varios años cerrada al público, la antigua iglesia de San Miguel está cada vez más cerca de reabrir sus puertas, una vez el Consorcio de la Ciudad de Cuenca acometa la reparación integral de este emblemático templo de la capital. 

Obras que el concejal de Patrimonio Histórico, Miguel Ángel Valero, espera que estén ejecutadas antes de finalizar el presente año, puesto que, según subraya, el proyecto ya cuenta con el visto bueno de la Gerencia Municipal de Urbanismo y ha sido aprobado por la Comisión Ejecutiva del Consorcio, que deberá ahora sacar a licitación la ejecución de esta actuación. 

De hecho, si todo discurre con normalidad, Valero considera que los trabajos podrían iniciarse después del verano, entre septiembre y octubre, de tal manera que deberían estar terminados antes de finalizar el año, ya que dispone de un plazo de ejecución de tres meses, que, incluso, podría rebajarse por la empresa adjudicataria.

Y es que para Valero, ésta es una intervención muy esperada por el Ayuntamiento, puesto que desde el inicio de la legislatura ha querido recuperar este templo como espacio musical para la ciudad por sus excepcionales condiciones de sonoridad; sin olvidar, por supuesto, que se trata de “un lugar emblemático siempre ligado a la música, como por ejemplo a la Semana de Música Religiosa de Cuenca, desde sus inicios”. 

No es de extrañar, por lo tanto, tal y como subraya, que ésta fuera una de las primeras solicitudes de su Concejalía al Consorcio en esta legislatura.

Con un presupuesto inicial de licitación de 55.318,78 euros (IVA incluido), esta intervención se va a centrar, por un lado, en la rehabilitación de las cubiertas del templo bastante deterioradas y, por otro, en la eliminación de las humedades en el interior, la renovación de la tubería de abastecimiento de agua y la revisión de la instalación eléctrica.

En concreto, se actuará especialmente en los faldones de la cubierta de la nave principal y su lateral izquierdo, donde se sustituirán tres vigas quebradas por otras de mayor sección para que puedan soportar el peso de una gran nevada, se reforzarán con pletinas las dos restantes, se acometerá la instalación del bajo teja y el retejado de la cubierta.

En el interior del templo, además de sustituir la actual tubería de plomo de la instalación de agua potable por una polietileno, se subsanarán las humedades de paredes y techos mediante el rascado, reposición de yesos y posterior pintura plástica en blanco y ocre, se limpiarán los sillares vistos de los laterales del escenario y se revisará en su totalidad la instalación eléctrica ante su mal funcionamiento por las humedades.