De la arquitectura al arte: Eme elige Cuenca para abrir un taller creativo

Hay veces que los sueños se cumplen, pero eso no significa que vengan caídos del cielo. Y sino que se lo digan a Cristina Martínez Benita (Cuenca, 1989), más conocida como Eme, que acaba de abrir su propio taller creativo en Cuenca. “Estudié fuera y llevaba mucho tiempo queriendo volver a Cuenca y ofrecer un lugar diferente para esas personas que quieren aproximarse al arte de una manera más flexible y creativa”, cuenta.
En el último año su vida ha dado un giro radical. Y es que, esta arquitecta de profesión que conocimos en Las Noticias de Cuenca allá por el 2021, ha decidido dejar su trabajo en Barcelona para dedicarse de pleno al arte. Eme es el nombre de su marca y, aunque empezó siendo únicamente para vender acuarelas con temática infantil, ahora ha dado un paso más. Las acuarelas infantiles, que la hicieron conocida entre los conquenses siempre serán el buque insignia de Eme, pero ahora, en su nuevo taller creativo de la calle Colón, a parte de vender este tipo de ilustraciones, va a desarrollar clases para niños y adultos. Una actividad con la que no busca enseñarles a dibujar, sino que pretende invitarles a explorar su creatividad.
En febrero ha comenzado a ofertar talleres puntuales y ahora, en marzo, arrancan las clases oficiales que se imparten de lunes a jueves. Éstas siempre giran entorno a una temática, pero cada persona se aproxima a ese tema desde su propia idea. “Suelo darles algunas referencias pero cada alumno hace su propia interpretación y utiliza los colores y texturas como quiere”, explica. Y aunque la marca se hiciera conocida por las acuarelas no solo van a emplear esta técnica sino que eso es tan solo una pequeña parte de lo que van a aprender. Lo más importante es que los alumnos y alumnas trabajen con libertad porque Cristina concibe Eme como “un buen sitio para perder el miedo al folio en blanco, para empezar a despertar las inquietudes artísticas de los más pequeños y enseñarles a expresarse de manera creativa con el color como herramienta”, apostilla.
Por ahora, la acogida ha sido “muy buena”, pero todo el trabajo previo ha sido “como un tsunami” porque “nadie te prepara para emprender y, aunque es muy guay, también es difícil”, dice. Encontrar un local adecuado, reformarlo, decorarlo o diseñar y preparar las clases son solo algunas de las cosas que ha tenido que hacer Cristina desde que tuviera las llaves del local en sus manos el pasado 11 de noviembre. “Han sido meses de mucho trabajo”, recuerda. Y es que, a parte de poner en marcha este taller creativo ella ha seguido cumpliendo con sus encargos y proyectos personales porque, no hay que olvidar que, hace ilustraciones personalizadas por encargo y diseña papelería para bodas y eventos, desde menús hasta seating plans (plano de asientos). Y precisamente esta otra faceta también tendrá cabida en su nuevo taller creativo donde, a parte de un aula, ha establecido su estudio personal. “Necesitaba un espacio donde poder quedar con los clientes, tratar con ellos de manera cercana y no a través de una pantalla. Creo que esto es fundamental”, cuenta. Ahora puede concertar citas en el taller y enseñar su trabajos a esas personas que quieren contratarla puesto que tiene una pequeña exposición en la sala principal de Eme.
Además, tiene previsto lanzar talleres para despedidas de soltera o soltero y para empresas interesadas en hacer actividades de team building (construcción de equipos).
Todo acaba de arrancar, pero este nuevo negocio de la capital promete. ¿Quién sabe si en el taller creativo de Eme descubrirán su pasión por el arte personas de los que hablaremos en el futuro? Estaremos atentos.