El armario de los Reyes Magos
Preparar los trajes y complementos que sus Majestades los Reyes Magos lucen este 5 de enero durante la recepción de cartas, cabalgata y posterior reparto de regalos por todas las casas la noche del 5 enero no es un asunto baladí. Y es que, los ropajes deben guardarse en unas condiciones óptimas para que, una vez lleguen a Cuenca desde el lejano Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar se encuentren con todo listo para disfrutar de una reconfortante ducha, vestirse, acicalarse y encontrarse con los niños por las calles de Cuenca y sus pedanías. En esta importantísima tarea participan diferentes trabajadores municipales con el concejal de Festejos, Alberto Castellano, a la cabeza. Eso sí, no se trata únicamente de colocar los trajes sino de convertir el Centro Joven, lugar donde se guardan y se visten, en un camerino.
Concretamente, en los días previos a la tradicional y mágica cabalgata, las indumentarias se sacan de los baúles donde permanecen resguardados el resto del año. A partir de ahí se comprueba si todos los ropajes están en buenas condiciones. Es decir, si no se ha descosido nada y está todo perfecto para poder utilizarse. En este proceso se revisan minuciosamente las capas y resto de prendas para comprobar que no haya manchas y en caso de encontrar alguna se llevan a la tintorería. Eso sí, los complementos como las coronas se renuevan cada año para que luzcan brillantes y con las piedras perfectamente engastadas.
Si bien, los Reyes Magos no tienen una único outfit disponible al llegar a Cuenca ya que hay un par de trajes para que puedan hacer diferentes combinaciones. “Nuestros reyes son coquetos y eligen cada año lo que más les gusta en función de sus preferencias de colores”, señala Castellano. Y con el objetivo de adaptarse a las necesidades de cada rey el Ayuntamiento renueva los trajes periódicamente. “Tenemos que adaptarnos a sus tallas y gustos”, apostilla.
Además, de las diferentes prendas destinadas en exclusiva para Melchor, Gaspar y Baltasar, el Consistorio posee seis trajes para los pajes que les acompañan. Estos también se custodian durante el resto del año en el Centro Joven y siguen el mismo proceso de preparación.
No obstante, siempre en los días previos a la cabalgata hay que hacer acopio de aguantes y otros accesorios. “Nos encargamos de hacer las compras que sean necesarias”, cuenta Castellano.
Y por si fuera poco, para ese día se contrata a una maquilladora para que después de un viaje tan largo los efectos del jetlag no se noten en su rostro.”Siempre quieren dar la mejor de las impresiones a los niños y niñas y sus familias”, concluye el concejal de Festejos.